Pocas cosas son más costarricenses que el gallo pinto. Es posible que, entre esas pocas cosas, algo como la naturaleza de nuestras costas esté a su nivel. Por ello, un spa decidió unir las dos en una experiencia auténtica, saludable para la piel y el espíritu.
Ubicado en la península de Papagayo, el Spa Onda, del Hotel Andaz creó un tratamiento tan vigorizante como un gran desayuno. Aunque esa no es la razón por la cual lleva por nombre "Gallo pinto", sino por sus dos ingredientes esenciales: arroz y frijoles.
"Queríamos algo diferente pero a la vez tradicional y autóctono y dentro todos los ingredientes que hay en Guanacaste que más que el arroz y los frijoles que se siembran aquí desde hace muchísimos años", dice Angélica León, una de las terapeutas del Spa Onda, en el Hotel Andaz quien señala que cada componente usado en el spa es natural, orgánico y local.
Blanco y negro exfoliante
Los 60 minutos del tratamiento inician tras despojarse de toda la ropa y echarse en la cama de masajes, donde se puede sentir la brisa marina, escuchar a las aves o el rugido de los congos. En Onda, algunas de las salas son abiertas y permiten que el paisaje sea otro de los factores de un masaje relajante.
De espaldas, se aplica la mezcla de arroz y frijoles sobre el cuerpo y se extiende en la piel mediante movimientos circulares. Los dos ingredientes, pulverizados, se unen mediante la crema de arroz y diferentes elementos, según el tipo de piel: aceite de oliva o bálsamos de aceites esenciales.
Otros pueden incluir aromaterapia en la sesión con aceites de naranja, agua de mar, eucalipto o muchas otras posibilidades. Así, el perenne aroma a agua de arroz toma matices cítricos o florales, según el gusto y necesidades del cliente. El bálsamo, además de exfoliante, conlleva otros beneficios:
"Nos dimos cuenta que el arroz tiene muchas propiedades. Es útil para personas que tienen alergias en la piel, tiene muchos nutrientes, minerales y vitaminas. A a la hora de pulverizarlo con los frijoles nos da una textura para la exfoliación y remover células muertas", explica León.
Blanco, humectante
Tras los primeros minutos de masaje en la espalda, los brazos o las piernas, es hora de voltearse para que el producto sea aplicado en el cuello y el resto del cuerpo. Esa primera parte del tratamiento culmina con una ducha que León recomienda realizar con agua tibia.
"Siempre recomendamos quitar el producto con agua tibia porque activa más los nutrientes del arroz y los frijoles", manifiesta.
Los últimos 20 minutos del tratamiento sin un "sellado" posterior a la limpieza profunda del gallo pinto. La crema de arroz regresa para un masaje breve que cubre todo el cuerpo y lo prepara para enfrentarse a las condiciones del ambiente.
El gallo pinto es recomendado para todo tipo de personas con pieles variadas ya que en Onda lo personalizan para suplir necesidades particulares. Sin embargo, es apetecido en personas de piel seca o madura, mayores de 30 años.
Tras los 60 minutos de masaje, muchos solicitan tiempo extra para leer, escuchar música o, simplemente, descansar frente al mar y reconectarse con la naturaleza.
Fuente: Angélica León, de Spa Onda, en el Hotel Andaz (Tel. 2690-1237)