Introducir a los niños en una vida saludable no tiene que ser complicado. Es solo de tener previsiones y tomar en cuenta algunos trucos.
1. No saltarse tiempos de comida. Hay que ser paciente. Si el niño no quiere comer o comió muy poco no lo obligue, espere entre 15 y 20 minutos para volver a ofrecer alguna pequeña merienda saludable. El niño debe comer cada dos o tres horas.
2. Acostumbrar el paladar. Esta es la edad perfecta para acostumbrarse a consumir alimentos con poca sal y poca azúcar. El paladar del niño se está desarrollando a esta edad, por lo que acostumbrarlo a tomar agua en lugar de refresco azucarado hará que no le haga falta esa azúcar de más.
3. Evite las frituras en la casa. Se vale cuando es un cumpleaños o de forma ocasional pero de forma moderada. En casa lo mejor es cocinar a la plancha o al vapor. Las frituras fomentan el aumento de peso en los niños, colesterol malo, triglicéridos y puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
4. Pecados ocasionales. Si nosotros los adultos somos unos antojados no podemos pretender que un niño quiera un helado, una hamburguesa o el producto que vio en la televisión. Debemos enseñarles que debemos comerlas ocasionalmente, explicarles que si comen bien durante la semana el fin de semana podrían salir a comer un helado o un chocolate.
Este tipo de pecado no afecta tanto la salud como si estuviera comiendo todos los días una porción de este dulce, porque ahí sí voy a aportar muchas cantidades de grasa, de azúcares.
Intente que sus hijos los vean como un premio. Los pecados más grandes como comida rápida se aconseja consumirlos una vez al mes.
5. Consumo de vegetales. Una forma de incluirlos en la dieta es ocultándolos. Por ejemplo, si hace una pasta utilice salsa de tomate natural y trozos de vegetales, agregue zanahoria al jugo de naranja, puede rayar o licuar bien finos los vegetales y agregarlos a las comidas.
6. Involucre a los niños en la compra y preparación. Enséñele cuáles y cómo debe comprar los alimentos y una vez en casa asígnele tareas como decorar el plato para servirle al resto de la familia. Cuando los niños se ven incluidos en el proceso mejoran el consumo de los alimentos.
7. Evite los refrescos. No le enseñe a su hijo a depender de las bebidas gaseosas y hasta las naturales, ya que traen alto contenido de azúcar. Enséñele a preferir el agua.
8. No los obligue a comer si no le gustó. Obligarlos a comer algo los vuelve enemigos de la comida. Hay que ser paciente e intentar de nuevo en otra oportunidad preparándolos de alguna otra forma.
9. Incluya frutas todos los días. Son fuente importante de vitaminas y minerales. Puede ofrecer la fruta como tal o bien incluirla en algún batido. Aproveche los sabores, las texturas y los colores para hacer propuestas creativas. Eso sí, no los cuele para conservar el aporte de fibra.
10. No compre lo que no debe consumir. Evite productos cargados de azúcar y procesados. Si los tiene en casa el que el niño va a preferir uno de estos productos a unos palitos de zanahoria o unas fresas. Los niños son muy inteligentes, si ellos saben que ese alimento está ahí van a querer consumirlo apenas puedan.
Fuente: Nathalie Solera, nutricionista de Consultas Nutrición.