El cáncer de pulmón es diagnosticado en 2.1 millones de personas y fallecen alrededor de 1.8 millones de pacientes al año a nivel global, lo que representa una tasa de mortalidad del 18.4%. Esta cifra está por encima de los 1.5 millones de personas en total que fallecen por cáncer de próstata, mama y colorrectal, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En América Latina y el Caribe la mortalidad del cáncer de pulmón también ocupa el primer lugar en muertes por este tipo de cáncer. Según el estudio “Cáncer de Pulmón en América Latina: es hora de dejar de mirar hacia otro lado”, de la Unidad de Inteligencia de The Economist, se diagnostican cerca de 85 mil casos y mueren más de 60 mil personas por año.
Nuestro país no está lejos de esta realidad, en 2018, la enfermedad ocupó una tasa de mortalidad de 6.9% y se registraron 453 casos en el país. Además, se proyecta que para el 2040, aproximadamente 955 personas serán diagnosticadas en el país y 3.3 millones en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el mundo se detectan 270 mil casos que no están relacionados con el fumado y la probabilidad de padecer cáncer de pulmón en el transcurso de la vida es de aproximadamente de 1 en cada 15 en hombres y de 1 en cada 17 en mujeres.
Causas y síntomas
El cáncer de pulmón puede surgir tanto en personas con factores de riesgo, edades adultas y fumadores, así como en personas que no presentan ninguna de estas características.
El 36% de los casos de este tipo de cáncer no están ligados al fumado y se produce por factores externos como: la contaminación del aire en el medio ambiente y el hogar (humo de madera), la emisión de gas radón doméstico, la presencia de arsénico en el agua y ser fumador pasivo (aumenta el riesgo en 20%).
También, la exposición a gases de combustión o de sustancias químicas, haberse sometido a radioterapia o causas genéticas como tener antecedentes familiares de este tipo de cáncer y se presenta más en algunos genomas raciales.
El cáncer de pulmón en su fase temprana puede ser asintomático, o puede presentar una sintomatología de tos persistente, falta de aliento, dolor al respirar y toser, pérdida de apetito y peso, tos con flema (esputo) y señales de sangre. En etapa avanzada, el paciente puede presentar disfonía, dolor torácico, disnea y hemoptisis o ictericia, pérdida de peso, fatiga y debilidad. Además, el cáncer de pulmón se puede diseminar a otros órganos, a menudo se disemina al cerebro y puede causar la pérdida de funciones vitales, por ejemplo, la visión.
“El diagnóstico de cáncer de pulmón se realiza después de una serie de exámenes radiológicos tomografía computarizada y una biopsia tumoral seguida de una investigación histológica. La determinación precisa de la etapa de la enfermedad requiere procedimientos de diagnóstico adicionales que incluyen ultrasonido, PET-CT y resonancia magnética, y en algunos casos, los médicos buscan saber si las células cancerosas tienen cambios genéticos específicos que indicarían que el cáncer podría ser tratado con ciertos medicamentos de terapia dirigida” concluyó la Dra. Crespo.
La enfermedad
El cáncer de pulmón suele formarse en las células que recubren los bronquios y otras zonas del órgano. Se clasifica en dos tipos:
- Células no pequeñas (CPCNP): Se da en el 85% - 90% de los casos diagnosticados y el tumor tiene un crecimiento más lento.
- Células pequeñas (CPCP): Representa el 10%-15% de los casos diagnosticados y es el más agresivo y letal de cualquier cáncer de pulmón. o.
Estos dos tipos se dividen en diversos subtipos.
El CPCNP se subdivide en:
- Adenocarcinoma que representa un 40% de los casos y se localiza en la parte externa del pulmón.
- Carcinoma de células grandes es el más agresivo de los subtipos, que representa 10-15% de los casos y se encuentra en cualquier parte del pulmón.
- Carcinoma de células escamosas representa el 25-30% de los casos y se localiza en la parte central del pulmón.
El CPCP se subdivide en:
- Limitada que se da en un área específica del tejido
- Extendida que no se limita a un área de tejido.
La detección temprana de esta enfermedad, así como la identificación del tipo y subtipo de cáncer es vital para definir el tratamiento necesario para el paciente y que su expectativa de vida sea mayor al igual que su calidad de vida.