En el mundo, 40 de cada 100 personas que tienen diabetes de tipo 2 (DT2) no lo saben, y se estima que para el año 2030 los pacientes diagnosticados en la región de Centroamérica y el Caribe podrían ascender a 5.4 millones.
Esto podría ocurrir porque los síntomas de la DT2 tardan años en manifestarse con lo que aparecen los diagnósticos tardíos y las complicaciones. Padecer diabetes incrementa tres veces el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de falla renal.
Por lo anterior, es crítico realizar acciones que cambian vidas para prevenir la enfermedad o al menos diagnosticarla tempranamente, de forma que se pueda hacer un abordaje integral y controlar simultáneamente los niveles de glucosa, lípidos, presión arterial y el peso, entre otros.
La diabetes de tipo 2 es una enfermedad metabólica crónica que afecta la forma en la que el cuerpo procesa el azúcar (glucosa) en la sangre. Esto porque no produce o se vuelve resistente a la insulina, hormona que permite que el azúcar penetre en las células y se convierta en fuente de energía..
Consecuencias
De no contar con un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, la diabetes de tipo 2 puede incrementar los riesgos de presentar complicaciones serias como ceguera, daños neurológicos y úlceras en los pies que podrían generar una infección y en caso extremo provocar una amputación.
El sobrepeso que es considerado uno de los detonantes más comunes de la diabetes, sigue creciendo en el mundo debido a estilos de vida poco saludables. Según los últimos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud, más de 1900 millones de adultos presentan un peso por encima de lo recomendado, de ellos, 247 millones son obesos.
Tratamiento
Entre las principales recomendaciones para prevenir o retrasar la aparición de la diabetes de tipo 2, se encuentran: llevar una dieta saludable que implica eliminar o disminuir el consumo de azúcar y grasa saturadas, realizar ejercicio regular de al menos 30 minutos diarios, evitar el consumo de tabaco, llevar un control constante del peso corporal y realizar chequeos médicos de manera periódica.
En el caso de los pacientes que requieran un medicamento para el control de su enfermedad, es fundamental que sigan y atiendan las recomendaciones de su médico tratante.