Respiración, meditación, ayurveda y otras técnicas terapéuticas se reúnen en una sesión de masajes y yoga al desnudo.
Me quité toda la ropa y estoy frente a una extraña, pero curiosamente no siento la más mínima vergüenza. Hace un poco de frío pero al cuarto entra mucha luz y un olor a hierbas. Es la primera vez que lo hago y las primerizas solemos ser un poco más tímidas, me dice Nyree Aguilar.
La masajista, estudiosa de artes y ciencias orientales, me explica que es importante soltar los miedos y dejarse llevar por la experiencia de este masaje. La disposición es el primer paso para disfrutarlo.
El yoga massage therapy (masaje terapéutico de yoga) no es relajante ni tonificador, sino una terapia en la que se combaten enfermedades y dolencias a partir de varios métodos. Entre ellos, el Kusum Modak, la técnica de Alexander y la reflexología. Una mezcla que se originó, según cuenta Aguilar, en la India.
Sus beneficios prometen ser muchos: aumentar el flujo de la energía, incentivar la respiración profunda, estimular la circulación y eliminar la suciedad de la piel.
Las recomendaciones son básicas antes de recibir la terapia. Nada de maquillaje, polvos o desodorante. Hay que despojarse de cualquier tipo de sustancia tóxica del cuerpo.
También hay que desechar la vergüenza, porque lo ideal es practicar la terapia sin ropa, aunque en este punto Nyree es flexible. Si a alguien le resulta demasiado incómodo, puede dejarse la ropa interior encima, siempre que sea cómoda.
Explicar las dolencias y la historia clínica es necesario antes de iniciar el proceso, de manera que puede comunicarle oportunamente su lista de tejidos en mal estado y ella se encargará del resto.
Tanto terapeuta como cliente utilizan todo el cuerpo en la práctica. Para empezar, Nyree aplica aceite de sésamo y polvo de Calamus sobre la piel, que tienen un efecto exfoliante y antiséptico.
“Tenés un poco de ácido láctico acumulado en las pantorrillas”, me dice, y yo siento el dolor disiparse tras unos pocos segundos. Como la técnica ayuda a curar, es posible que algunos puntos duelan, pues en ellos se acumulan sustancias dañinas para el cuerpo.
El estiramiento es integral, va desde los pies hasta la cabeza con movimientos que simulan los cuatro elementos del ayurveda: viento, agua, tierra y fuego. Algunos ejercicios circulares, por ejemplo, emulan el movimiento del agua.
Los ejercicios suelen ser fuertes, pues implican algunos propios del yoga, pero la masajista se encarga de adaptarlos a la flexibilidad y fortaleza de sus clientes.
Por el momento, Nyree atiende en Montes de Oca, en su casa, pero su técnica la practica desde hace siete años en Tamarindo y la estudió en la India.
Dónde: Lourdes de Montes de Oca.
Cuándo: De lunes a viernes a partir de las 10 a. m.
Quién: Nyree Aguilar, masajista.
Teléfono: 8862–6498
Web: yogamassagetherapy.net