
Nunca le había prestado atención a las etiquetas pero, desde hace poco, inicié con un plan nutricional para mejorar la calidad de lo que como.Debido a que no soy experta en el tema y no puedo estar llamando a mi nutricionista cada cinco minutos para que me instruya sobre lo que me beneficia más, tuve que recurrir a las tablas nutricionales de los productos. Sin embargo, esto de contar calorías es más complejo de lo que esperaba.
Mi primera sorpresa fue que todo viene en kilocalorías o kilojulios. ¿Entonces qué pasó con las simples calorías?
La nutricionista Mariel Laitano nos dio una explicación un poco científica, pero que nos funciona para sacarnos del error que muchos hemos tenido por años.
Una caloría es un unidad de energía que se conoce como "pequeña caloría". Esta es la cantidad de energía necesaria para elevar la temperatura de un gramo de agua hasta 1 grado centígrado de 14,5° a 15,5° en 1 atmósfera.
Ahora bien, una kilocaloría es la energía que se requiere para que 1 kilogramo de agua alcance esas mismas condiciones. En resumen: una kilocaloría equivale a 1.000 calorías.
¿Cómo nos afecta esto en nuestra dieta? Bueno, la realidad es que casi en nada, ya que el conteo de energía que se consume siempre se ha realizado, erróneamente, en calorías.
Se dice que la dieta recomendada debe contener 2000 calorías, cuando en realidad son 2 millones de calorías, es decir, 2500 kilocalorías.
Otra complicación en el asunto de las calorías y kilocalorías es el hecho de que las kilocalorías se pueden abreviar como "Kcal." o como "Cal." (con "C" mayúscula). Al ver esta última abreviación (Cal.) fácilmente se puede pensar en calorías, cuando en realidad la abreviación de esta pequeña medida es "cal.", con "c" minúscula.
Algunos expertos sí aseguran que la confución entre Cal y cal puede alterar las dietas cuando estas se calculan por porcentajes de ingredientes, ya que no es lo mismo ingerir un 5% de azúcar de 300 calorías a un 5% de azúcar de 300 kilocalorías.