Obesidad: La acumulación de grasa en el organismo ha sido una estrategia del cuerpo humano durante siglos para poder sobrevivir en casos de decadencia alimentaria. Sin embargo, las causas de las dificultades para mantener un peso corporal adecuado hoy en día no se encuentran en el plato ni el supermercado. Se encuentran en nuestra cabeza: en lo que pensamos, en lo que sentimos y en lo que finalmente decidimos hacer. Nuestras capacidades de enfoque, análisis, toma de decisiones y tolerancia a la frustración han de funcionar adecuadamente para que la ingesta de alimentos se corresponda con nuestras necesidades reales.
Consejo: Es muy importante que aprendamos a decir no, y a cambiar ciertas ideas sobre la comida. La decisión y la gestión eficaz de nuestros kilos están en nuestra mente, no en nuestros platos.
Ansiedad: Aunque en circunstancias de miedo y estrés se dispare la ansiedad, ésta directamente relacionada con los pensamientos negativos, desproporcionados o irreales asociados a situaciones, generalmente negativas, vividas en experiencias pasadas. Los estados de ansiedad son la consecuencia de una interpretación y de unos pensamientos concretos del pasado, presente y futuro.
Consejo: Hay que aprender a modificar nuestros pensamientos irracionales. Centrarse en la manera que tiene el cerebro en interpretar la realizad, para no facilitar a la ansiedad que haga acto de presencia en nuestras vidas.
Depresión: Hay depresiones que son causadas por condiciones fisiológicas y no tanto por estilos cognitivos y emocionales. Sin embargo, en ambos casos se ha convertido en una de las enfermedades más comunes de este siglo.
Consejo: La gestión de las emociones, la toma de decisiones, el diálogo interno y la importancia de mantener nuevos hábitos de ejercicio físico, sueño y alimentación, nos ayudarán a ser más fuertes cuando los primeros síntomas de depresión aparezcan.
Estrés: El estrés es el resultado de la exposición a varias situaciones difíciles que no resultan fáciles de manejar. “Queremos hacerlo todo y además bien”, comenta Mila Cahue. La patología aparece cuando sobrepasamos los límites, manteniéndolo durante largas horas, meses o incluso años; o hacemos las gestiones inadecuadas. El estrés es un cuello de botella que nos hace altamente manipulables, ya que apenas tenemos tiempo para la reflexión y la toma de decisiones adecuadamente.
Consejo: Pare. Respire y piense si esto es lo que quiere, y si hay algo que pueda o deba hacer para cambiarlo.
Fuente:Mila Cahue, doctora en Psicología.