El huevo es un ingrediente infaltable en la cocina costarricense, ya que, además de ser fácil de preparar y de digerir, es muy versátil y se puede incluir infinitas preparaciones culinarias, además de ser una proteína de alta calidad, fuente de vitaminas y minerales.
Debido a su gran versatilidad para preparar diversos platillos y una excelente relación calidad – precio este ingrediente es uno de los favoritos para la población, posicionando así a Costa Rica en uno de los países que más producen huevo, con 76 millones kilogramos al año.
“El huevo forma parte de una alimentación equilibrada con múltiples beneficios para la salud. Por ejemplo, la yema tiene varias vitaminas como la A y E, las cuales son antioxidantes; vitamina D, esencial para el sistema inmunológico, además de vitaminas K, B1, B6 y B12. A su vez, contiene colina, necesaria para la formación y funcionamiento normal del cerebro, la memoria y el sistema nervioso, así como ácido fólico, biotina, ácido pantoténico y lípidos”, explicó Paola Cretton, Directora de la Unidad de Avicultura de MSD Animal Health en América Central, Caribe y Ecuador (CENCA EC).
El pasado 14 de octubre se conmemoró el Día Mundial del Huevo y Costa Rica forma parte de la lista de países que celebran esta fecha especial desde 1996, cuando la International Egg Commission (IEC por sus siglas en inglés) acordó que se destaque y promueva el consumo de este alimento por sus múltiples beneficios nutricionales.
“Este alimento de origen animal tiene vitaminas y minerales primordiales para el buen funcionamiento del organismo. Su densidad nutricional permite apoyar el sistema inmune, promover el crecimiento físico y ayudar al desarrollo cerebral de los niños. Se sabe que potencia el desarrollo humano desde etapas tempranas”, afirmó la integrante de MSD Animal Health.
A su vez, la clara del huevo posee proteínas de elevado valor biológico, tales como la ovoalbúmina, ovotransferrina y lisozima, que ayudan a mantener músculos y huesos en buen estado; favorecen los procesos de inflamación y tienen propiedades antimicrobianas, inmunoprotectoras, antihipertensivas, antioxidantes. Así como vitamina B2, fósforo, zinc, hierro, yodo y selenio.
Cabe resaltar que existen diversos mitos respecto a su consumo. Por ello, MSD Animal Health en CENCA EC revela la verdad detrás de cada uno de ellos.
1. El huevo blanco es mejor. Por muchos años se ha extendido el mito de que los huevos con cáscara blanca contienen mayor número de nutrientes. El huevo blanco y el rosado aportan los mismos nutrientes. El color del cascarón solo determina la genética de la gallina. La yema sí suele tener un tono distinto, según el alimento que el ave consumió.
2. Aumenta el colesterol. Aunque el huevo sí contiene colesterol, éste aporta componentes como la lecitina, que ayudan a inhibir la absorción del mismo. Además, cuenta con vitaminas y minerales que participan en el metabolismo, los cuales dificultan que el colesterol malo aumente en la sangre.
3. Origina enfermedades cardiovasculares. Expertos en la salud recomiendan la ingesta diaria de este alimento para una dieta cardiosaludable. Asimismo, estudios realizados sugieren que consumir un huevo al día no aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
4. No ingerir la yema. Mucho se dice sobre no consumir la yema, inclusive que engorda. Sin embargo, ésta es la parte más nutritiva del huevo, ya que contiene 46% de proteína. Sus nutrientes, como la luteína, ayudan a mejorar la salud visual. Es importante recordar que este alimento es la proteína más accesible y de mayor calidad.
5. Comerlo crudo es más nutritivo. El valor nutricional del huevo no es mejor por consumirse crudo. Se recomienda comerlo cocido porque resulta más digerible y porque durante el proceso de cocción se eliminan agentes patógenos que pudiera contener.
El huevo es una de las proteínas más completas para incluir dentro del plan alimenticio diario, gracias a las 13 vitaminas y minerales que posee. Entre ellos destacan el hierro, cuyo origen animal permite una fácil absorción; el zinc, el selenio, las vitaminas A, D y del complejo B.