Al principio su uso era tabú y podía parecer un objeto extraño, del cual resultara fácil desconfiar, pero cada vez son más las mujeres que sobrepasan esas barreras juiciosas y se animan a experimentar la nueva tendencia para los días del período: la copa menstrual.
Aunque parezca un dispositivo novedoso, la primera patente se presentó en los años 30 por la estadounidense Leona W. Chalmers, con un recipiente fabricado con caucho vulcanizado. Debido a la falta de latex y su poco éxito comercial, desapareció en 1963 y fue hasta 1987 cuando reaparece con dos tamaños diferentes, abriendo paso para que en el 2000 se fabrique la primera copa menstrual de silicona.
Al igual que el tampón, la copa al principio puede parecer complicada y extraña de utilizar, pero después de varios intentos parecerá lo más sencillo y cómodo que existe. Esta se debe insertar doblada en la vagina, una vez dentro, esta recupera su forma natural.
Algunas mujeres utilizan lubricante para que introducirla sea más sencillo. La capacidad de cada copa es de 30 ml, es decir, la tercera parte del volumen de sangrado medio que la mujer pierde en cada menstruación.
A continuación le presentamos 5 ventajas que proporciona la copa menstrual:
- La copa menstrual está hecha de silicona médica o elastómero termoplástico (TPE por sus siglas en inglés), por lo que no araña ni seca la paredes vaginales.
- En vez de absorber el flujo, como lo hacen los tampones, la copa lo recoge, por lo que no deja restos de fibras y no produce alteraciones en el entorno vaginal.
- Según el flujo de cada mujer, se puede utilizar cómodamente durante 12 horas, sin necesidad de cambiarla constantemente.
- Si se le da un mantenimiento adecuado, podría durar entre 10 y 15 años, por lo que resulta más económico que cualquier otro dispositivo.
- Es más ecológica que los tampones y las toallas, ya que se utiliza ilimitadas veces sin generar residuos, lo que contribuye al medio ambiente.
Es importante que cada vez que se extraiga la copa, se vacíe y se enjuague con agua. Cuando el período finalice, es recomendable esterilizar la copa con agua hirviendo para eliminar todas las bacterias y siempre guardarlas en una bolsa de algodón, en un lugar donde no haga mucho calor ni frío, para evitar perder sus propiedades.