Un estilo de vida activo y una dieta sana baja en azúcares y grasas, podrían ser la clave para evitar los malos aromas que la sudoración.
La nutricionista Melania Coto aseguró que sí existe relación entre lo que se consume y el olor del sudor. Por ejemplo, el aroma de aquellas personas que ingieren gran cantidad de medicamentos o ajo está alterado.
“Las dietas altas en carne y sin harinas, que está muy de moda, produce cuerpos cetónicos que dan un olor al sudor y a la orina como a confite o dulce, esto nos comprueba que lo que comemos nos afecta y también lo que se deja de comer”.
Coto explicó que el sudor está compuesto por sustancias que el organismo necesita expulsar, por ello, quienes viven de forma sedentaria expiden aromas más fuertes.
Por su parte, Hannia León, presidenta del Colegio de Nutricionistas, mencionó que pese a que es poca la evidencia científica del impacto de los alimentos en la transpiración, un grupo de antropólogos estudiaron en el 2006 en República Checa el olor de personas que consumían carne y un grupo de personas vegetarianas.
En este estudio, según León, las personas que consumieron carne tenían un olor en su sudor poco agradable. A diferencia de los vegetarianos cuyo olor era más neutro.
León mencionó que las predisposiciones genéticas, el estilo de vida, la higiene y el estado de salud contribuyen en el aroma de cada persona.
“Una de las áreas que deben estudiarse más será la relación entre el consumo de alimentos que producen metilaminas durante la digestión, las cuales son responsables del síndrome del olor a pescado y se excretan en la orina, el aliento y el sudor”.
Además, mencionó que las alergias e intolerancias alimentarias pueden provocar sudoraciones con olores no tan agradables.
“Hay que tener claro que el organismo siempre tratará de tener una óptima salud y para ello tratará de eliminar todas las sustancias que considere afecten los procesos normales”, insistió.
Por ello, la especialista recomienda mantener una alimentación balanceada: no excederse en la ingesta de macronutrientes: como grasa y azúcar, y sobre todo, poner atención en los minerales y vitaminas.