El uso de cigarros electrónicos se ha venido popularizando cada vez más, y expresiones como: “yo no fumo, solo vapeo; los aceites para vapear son pura fruta, o, el humo de los cigarros electrónicos es más limpio”, tienen a confundir; sin embargo, estudios y profesionales de la salud, concluyen que vapear sí es dañino.
A pesar de eso, en la actualidad se sigue promocionando bajo el argumento de que son menos nocivos para la salud, y que sirven como tratamiento para personas que quieren dejar de fumar.
Ante esta realidad la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizó un informe en el que advirtió de las amenazas del cigarrillo electrónico, y la necesidad de reglamentar estos productos que se comercializan disfrazados de curiosos dispositivos, cientos de aromas atractivos y afirmaciones engañosas.
«¡No te dejes atrapar! Los cigarrillos electrónicos son adictivos y causan daño». Los aerosoles de los cigarrillos electrónicos contienen sustancias tóxicas que pueden causar cáncer, enfermedades del corazón y de los pulmones” dice la OMS en una de sus campañas.
Una publicación de la BBC News Mundo asegura que los cigarrillos electrónicos no solo son tan adictivos como el tabaco, sino que cada vez están enganchando a más personas –principalmente jóvenes- al hábito de fumar.
“Cada vez recibo en mi consultorio más jóvenes de 16 a 24 años que usan este producto y tienen un índice de nicotina en el cuerpo equivalente al consumo de más de 20 cigarrillos al día”, explica la cardióloga Jacqueline Scholz, que dirige el Ambulatorio del Tratamiento del Tabaquismo del Instituto del Corazón de Sao Paulo.
¿Lobo con piel de oveja?
El gran problema, argumenta, es que no hay suficientes estudios científicos para respaldar tales afirmaciones, y toda la publicidad relacionada con estos productos parece estar más enfocada en ganar nuevos usuarios (especialmente los jóvenes), y prácticamente se ignora el tema de salud.
Sin embargo, ya existen algunos estudios que indican que los cigarrillos electrónicos pueden causar espasmos respiratorios e incluso enfermedades inflamatorias en los pulmones.
Scholz señala que, además de no cumplir las supuestas promesas terapéuticas, los cigarrillos electrónicos pueden ir en sentido contrario y ser perjudiciales para la salud. La espepcialista llama la atención sobre tres de los principales ingredientes que aparecen en estos dispositivos: propilenglicol, nicotina y sustancias aromáticas.
Scholz señala que estos tres ingredientes pueden presentar riesgos para la salud de diferentes maneras.
“Para empezar, los olores hacen que estos dispositivos sean socialmente más aceptables. Después de todo, el olor a menta, miel o fresa es mucho más agradable que el de los cigarrillos convencionales”.
Y ese atributo, argumenta la doctora, aumenta la curiosidad y quita el miedo a un público más joven, que desde niño está acostumbrado a oír hablar de los efectos nocivos del tabaquismo “tradicional”.
Un factor a favor, o más bien, en contra, es el propio mecanismo de estos dispositivos, el cual facilita su uso constante. Además de no tener ningún olor desagradable, no es necesario encenderlo ni apagarlo. “Este es un producto que se puede usar una y otra vez. Esto crea una rutina, y la persona empieza a usar cigarrillos electrónicos en la calle, en el trabajo, en el baño de la escuela, acostado en la cama…”, explica Scholz.
En Costa Rica
Por su parte, Mayanye Cedeño, terapeuta respiratoria y coordinadora de la Clínica de Cesación de Fumado del Hospital México, aseguró: “Estamos sumamente preocupados ante las alertas sanitarias y las investigaciones que se están realizando en este momento. La salud de muchas personas puede estar en peligro al estar consumiendo un producto que consideran inofensivo, cuando las pruebas de investigación han demostrado lo contrario”.
Los cigarros electrónicos generan una combustión de los componentes a temperaturas de 450 grados centígrados. Utilizan un aceite llamado propilen-glicol (glicerina), que aunque se utiliza como humectante para la piel, es altamente tóxico a nivel pulmonar y puede producir la muerte. Eso es precisamente lo que ha sucedido con los casos reportados en Estados Unidos.
“Tiene muchos componentes tóxicos que pueden dañar la salud de las personas. La más preocupante es la presencia de metales pesados como níquel, cromo, magnesio y arsénico; los cuales también influyen en la salud de las personas alrededor”, explicó Cedeño.
La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) ha recibido en sus clínicas de cesación a personas que afirman tener una incapacidad para poder dejar de utilizar estos aparatos electrónicos. Estas clínicas cuentan con tasas de éxito del 73% de las personas participantes.
¿Qué contiene un cigarro electrónico?
Dietilenglicol: Químico con historial de envenenamiento masivo.
Glicerol: Químico utilizado como agente de fumigación que puede causar cáncer.
Propilenglicol: Representa el 90% del líquido y es irritante para ser inhalado.
Nicotina: Químico adictivo que en cantidades excesivas puede ser letal.
Componentes tóxicos
Metales: Cadminio, níquel y plomo.
Carbonilos: Formaldehido, acetaldehído y acroleína.
Compuestos: Tolueno, m- xileno y p-xileno.
Fuente. Ministerio de Salud.