La deficiencia de vitamina D puede perjudicar la función muscular debido a una reducción de la producción de energía en los músculos, según un estudio con ratones publicado en el ‘Journal of Endocrinology’. Los ratones con deficiencia de vitamina D presentan un deterioro de la función mitocondrial del músculo, lo que puede tener implicaciones en la función, el rendimiento y la recuperación muscular. Esto podría sugerir que la prevención de la deficiencia de vitamina D en los adultos mayores podría ayudar a mantener una mejor fuerza y función muscular y reducir el deterioro muscular relacionado con la edad, pero se necesitan más estudios para confirmarlo.
La vitamina D es una hormona bien conocida por su importancia para mantener la salud de los huesos y prevenir el raquitismo y la osteoporosis. En los últimos años, se ha informado de que la deficiencia de vitamina D tiene una prevalencia de hasta el 40% en las poblaciones europeas y se ha vinculado a un mayor riesgo de padecer varias afecciones, como el COVID-19, el cáncer y la diabetes.
Aunque estos estudios informan de una asociación más que de una causalidad, los beneficios de los suplementos de vitamina D son ahora un importante tema de debate sanitario. Múltiples estudios también han relacionado los niveles bajos de vitamina D con la falta de fuerza muscular, sobre todo en las personas mayores. El músculo esquelético nos permite movernos voluntariamente y realizar actividades cotidianas. Es esencial que tengan suficiente energía para impulsar estos movimientos. Unos órganos especializados de las células, llamados mitocondrias, convierten los nutrientes en energía para satisfacer esta demanda.
Estudios anteriores indican que el deterioro de la fuerza muscular en personas con deficiencia de vitamina D puede estar relacionado con el deterioro de la función mitocondrial de los músculos. Determinar el papel de la vitamina D en el rendimiento muscular de las personas mayores también es difícil, ya que pueden sufrir una serie de condiciones de salud preexistentes que también pueden afectar a su estado de vitamina D. Por ello, los estudios anteriores no han podido determinar cómo la vitamina D puede afectar directamente al rendimiento muscular.
Nuevos hallazgos
El doctor Andrew Philp y su equipo del Instituto Garvan de Investigación Médica de Australia, y las universidades colaboradoras, utilizaron un modelo de ratón para determinar los efectos de la deficiencia de vitamina D inducida por la dieta en la función mitocondrial del músculo esquelético en ratones jóvenes de sexo masculino. Los ratones fueron alimentados con una dieta con cantidades normales de vitamina D, o sin vitamina D para inducir la deficiencia, durante un período de 3 meses. El nivel típico de vitamina D en los seres humanos es de 40-50 nmol.L-1, y la deficiencia aguda de vitamina D se diagnostica cuando los niveles caen por debajo de 12 nmol.L-1.
Por término medio, los ratones de este estudio tenían niveles de vitamina D de 30 nmol.L1, y la deficiencia de vitamina D inducida por la dieta conducía a niveles de sólo 3 nmol.L-1. Aunque este nivel era más extremo que el observado habitualmente en las personas, sigue estando dentro del rango clínicamente reconocido. Se recogieron mensualmente muestras de tejido y sangre para cuantificar las concentraciones de vitamina D y calcio y para evaluar los marcadores de la función y el número de mitocondrias musculares. Después de 3 meses de deficiencia de vitamina D inducida por la dieta, se comprobó que la función mitocondrial del músculo esquelético estaba deteriorada hasta en un 37%. Esto no se debió a una reducción del número de mitocondrias o de la masa muscular.
Estos hallazgos sugieren que la deficiencia de vitamina D puede perjudicar la función mitocondrial y reducir la cantidad de energía producida en los músculos, lo que puede conducir a una función muscular deficiente. Por lo tanto, prevenir la deficiencia de vitamina D en las personas mayores puede ayudar a mantener el rendimiento muscular y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con los músculos, como la sarcopenia. Sin embargo, para confirmarlo son necesarios más estudios que investiguen el efecto directo de la deficiencia de vitamina D sobre la función y la fuerza muscular.
Aunque este estudio indica que la carencia de vitamina D puede alterar la función mitocondrial en el músculo esquelético, el doctor Philp y su equipo no pudieron determinar con precisión cómo se produce este proceso. Por lo tanto, su trabajo futuro tiene como objetivo establecer cómo la deficiencia de vitamina D altera el control y la función mitocondrial en el músculo esquelético.