Bienestar

Punto P: el máximo placer para ellos

Si las mujeres tenemos el punto G, los hombres tienen su propio punto: el punto P. Este es el lugar clave para hacer que sus orgasmos sean hasta diez veces más intensos.

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Aprendamos cómo regalar amor y placer. El secreto es atrevernos a descubrir el punto P, una zona erógena de los hombres que les proporciona grandes sensaciones durante el acto sexual.

Se le conoce como punto P porque hace referencia a la próstata, glándula masculina que tiene como función, junto a los testículos y las vesículas seminales, producir el líquido por donde salen los espermatozoides. Algunas personas le llaman el punto G masculino, pero nosotras creemos que es justo que ellos tengan su propia letra.

La próstata interviene en la producción de semen, es por eso que una caricia atinada en ese punto genera sensaciones eyaculatorias sin que necesariamente haya una eyaculación. El resultado, explica la sexóloga Alesandra Rampolla en su sitio web, es un intenso clímax e incluso la posibilidad de llegar a los multiorgasmos.

Para estimular esta zona y que el hombre tenga la posibilidad de disfrutar de tan intenso placer se necesitan dos cosas: la primera es informarse y para eso les ofrecemos este artículo; la segunda es atreverse a experimentar cosas nuevas, derribar los tabúes que rodean al sexo y estar dispuestos a iniciar la búsqueda del punto P en equipo.

Los dos en la pareja deben estar de acuerdo que se estimule esta zona pues, como veremos más adelante, una de las maneras es llegar al punto P es metiendo el dedo en el ano del hombre, algo a lo que no todos los varones (y tampoco algunas mujeres) estarán dispuestas. Sin embargo, quienes se han atrevido, lo recomiendan sin lugar a dudas.

La próstata se encuentra debajo de la vejiga y delante del recto. Se puede palpar de dos maneras: externa e interna.

De manera interna, se llega a él a través del ano. De manera externa, ubicamos el punto P entre la franja de piel que va desde los testículos hasta el ano. Si presta atención, cuando acaricie esa zona, va a sentir un bultito como del tamaño de una nuez: ¡eureka, encontró el punto P!

La buena noticia es que cada vez hay menos prejuicios sobre el sexo; la mala es que no todos se atreven a estimular el punto P.

Sin embargo, una manera de iniciar es que los hombres practiquen la autoexploración (tranquilos, nadie se dará cuenta) y vayan perdiendo el miedo. Una vez que encuentren el punto P y experimenten el placer sucederán dos cosas: querrán volver a intentarlo y se darán cuenta que no se volvieron menos hombres por experimentar con su cuerpo.

Si se deciden a explorar el punto P en pareja, lo primero que deben hacer es hablarlo antes del juego sexual y la mujer debe ser cuidadosa porque es una zona muy sensible.

Para estimular la próstata de forma se externa, se pueden hacer suaves masajes apoyando dos dedos en la zona entre los testículos y el recto. Si desea agregar un plus, mientras hace el masaje, dele una dosis de sexo oral a su compañero, sin duda se lo agradecerá.

También existe la estimulación interna, que es aquella realizada directamente en la próstata a través del ano. Se puede llegar hasta ahí utilizando los dedos o juguetes sexuales. Para entrar ahí hay que tener ciertos cuidados: tener las manos limpias y las uñas cortas y bien limadas (no queremos accidentes); preferiblemente utilizar un condón en el dedo para evitar contagios de enfermedades, utilizar lubricante e iniciar con una estimulación previa para que el hombre se relaje.

Le recomendamos iniciar con un masaje en el perineo (suelo pélvico) y los bordes del ano para iniciar con la excitación y obtener una erección. Luego, con ayuda de un lubricante, introduzca su dedo poco a poco, presionando muy suavemente.

Para las parejas más atrevidas existen juguetes eróticos cuyo objetivo es estimular esta zona masculina de terminaciones nerviosas.

La velocidad e intensidad de su estimulación deberá adaptarse al gusto de cada quien, siempre teniendo en cuenta de que se trata de una zona muy delicada.

El punto P es un tema polémico porque erróneamente se cree que su estimulación es una práctica homosexual. Aún hay hombres que piensan que estimular esta zona va a afectar su hombría... ¡nada más equivocado!

La realidad es que esto no tienen nada que ver con orientaciones sexuales sino con experimentar placer, lastimosamente las ideas machistas están privando a muchos varones de experimentar los mejores orgasmos de su vida. El sexo responsable y consensuado entre adultos no tiene porque ser visto como pecaminoso.

No obstante, la idea tampoco es obligar a nadie a hacer cosas que no desea. Si hay dudas, miedos o preocupaciones, existen muchas otras maneras de vivir las relaciones sexuales y pasarla delicioso.

Fuentes: Marinela Arias Lamicq, sexóloga de Durex y el sitio web de la sexóloga Alessandra Rampolla (www.universoalessandra.com).

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