Hoy día, el 60% de la población sufre de algún grado de artrosis. Pero, atención al dato: la articulación de la rodilla es la predilecta de dicha enfermedad.
La artrosis de rodilla es una enfermedad del tipo degenerativo articular. Se produce la pérdida de cartílago articular, así como la inflamación y engrosamiento de las estructuras que rodean la articulación. Esto provoca síntomas desagradables como dolor intenso y rigidez articular. En algunos casos se producen derrames. Es decir, un exceso de líquido que limita el movimiento.
¿Qué puede provocar la artrosis? Las causas pueden ser varias, pero mencionaré las más importantes:
- Causas inmunológicas (se producen anticuerpos que atacan a la propia articulación)
- Enfermedades sistémicas como el lupus o el reuma
- Exceso de ácido úrico o la enfermedad de la gota, con acumulación de cristales de urato intraarticular
- Exceso de peso y sedentarismo
- La diabetes
- La poca producción de líquido sinovial
- Problemas podológicos y la no alineación correcta de las piernas
- Los trabajos con mucho peso continuo y estar de pie largas horas
¿Cómo puedo protegerme de la artrosis?
Frente a antecedentes familiares, hay que vigilar la aparición de sintomatología articular. Debemos mejorar el estilo de vida en cuanto a la alimentación alcalina y aumentar la practica deportiva.
Sugiero realizarse chequeos con personal médico especializado al menor de los síntomas, así como minimizar el estrés, tomar el sol y consumir derivados fermentados de la leche, para el aporte de calcio, magnesio y otros suplementos.
Lo mejor, ante cualquier síntoma, es comenzar un proceso de regeneración articular con un experto.