Si en el 2017 no sabés que es un spinner, no sos nadie. Si en el 2017 no has bailado Despacito al menos 3 veces es una noche, no has salido de tu casa. Si en el 2017 no te has tomado un té de cúrcuma, vas a llegar inflamado y menos sano al 2018.
Luego del reinado del kale en todos los batidos verdes o de la coliflor convertida en harina, alitas o demás intentos veganos por hacerla algo memorable, llegó el momento de la cúrcuma como alimento del año. Este, además, está lleno de beneficios para el organismo.
Voy a ponerme, por unas cuatro líneas, muy teórica:
La Curcuma longa es parte de la familia Zingiberaceae originaria del sudeste asiático, La India pues. Es pariente del jengibre pero caracterizada por su color amarillo capaz de mancharlo todo y sin un sabor muy marcado. Su ingrediente activo es la curcumina (diferuloilmetano) que le confiere su color amarillo y gran parte de sus beneficios.
Ahora sí: la cúrcuma se compra en polvo en el supermercado o fresca, principalmente en los mercados o tiendas de productos naturales. Además de ser un gran antiinflamatorio, tiene otros usos:
-Previene el crecimiento de las células cancerígenas
-Fortalece el sistema inmunológico
-Mejora la digestión en personas con gastritis o falta de apetito
-Protege el hígado. Se recomienda para pacientes con cirrosis o piedras en la vesícula
-Ayuda a reducir el colesterol en la sangre
-Estimula el sistema nervioso y mejora el ánimo
¿Cómo se come?
-Lo más cruda posible. Al someterse al calor, puede perder hasta el 80% de sus beneficios.
-En té: con jengibre y limón sabe rico y refresca el estómago.
-En el arroz: se puede agregar una cucharada de cúrcuma en polvo al arroz para que tenga ese colorcito amarillo sin la grasa del achiote de toda la vida.
-En curry: hagan todo lo posible cosas al curry, además de que es deliciosa esta mezcla tiene cúrcuma entre sus principales ingredientes.
-La cúrcuma fresca se puede agregar el salsas o guisos de pollo o pescado.
-En leche dorada: ojo la receta acá.
¿Cómo se pone?
Una especie antiinflamatoria y previene la acciones de radicales libres (causantes del envejecimiento) es, por lo tanto, magia sobre la cara. Ojo a esta mascarilla:
- 1 cucharadita de miel
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 1 cucharadita de yogur natural
Es perfecta para pieles con cicatrices o acné. El complemento ideal es, después de lavarse la cara, aplicar una capa de gel de sábila y dejarla toda la noche.
Fuente:
Curcuma longa and curcumin: a review article del Romanian Journal of Biology, Anti-inflammatory Properties of Curcumin, a Major Constituent of Curcuma longa: A Review of Preclinical and Clinical Research en la revista Alternative Medicine Review y Efectos farmacológicos y nutricionales de los extractos de Curcuma longa L. y de los cucuminoides de la revista Ars Pharmaceutica, de la Universidad de Granada.