Cada octubre, durante el mes de concientización sobre el cáncer de mama, la marca de brasieres Caprice lanza una campaña para recordar a las mujeres la importancia de usar la talla correcta de brasier.
Los especialistas en ginecología señalan que muchas consultas por dolores mamarios están relacionadas con el uso de sostenes inadecuados. Además, la Asociación Española Contra el Cáncer advierte que el uso de brasieres apretados puede causar la aparición de ganglios en las axilas, que podrían llegar a ser perjudiciales.
Por ello, es fundamental conocer y revisar regularmente la talla del sostén, especialmente durante periodos de cambios hormonales como la adolescencia, el embarazo o la menopausia.
Durante un almuerzo organizado por Caprice, en el hotel Hotel Country Inn by Radisson, las invitadas aprovecharon la oportunidad para medirse y conocer su talla correcta de brasier. Algunas ya la tenían clara, pero otras descubrieron que estaban usando una talla equivocada, confirmando la estadística de que el 80% de las mujeres no usa el tamaño adecuado.
Caprice invita a todas las mujeres a tomar conciencia de su salud mamaria, comenzando por algo tan simple como elegir el sostén adecuado. Conocer la talla correcta no solo aporta comodidad y confianza, sino que puede prevenir problemas a largo plazo y contribuir a una mejor salud mamaria.
Esta actividad, además, contó con el apoyo del Centro Radiológico San Bosco, que se unió a la iniciativa para reforzar la importancia del autocuidado y la prevención del cáncer de mama.
La doctora Melania Mirambell, del Centro Radiológico San Bosco recalcó la importancia de realizarse la mamografía. Detectar una lesión que apenas se está formando puede hacer la diferencia en su tratamiento y control.
“Este es el método de tamizaje por excelencia para detectar cualquier problema a tiempo. Si no tenemos antecedentes familiares de cáncer, se inicia a partir de los 40 años y debe realizarse cada dos años. En el caso de contar con antecedentes cercanos, el control de mamografía debe iniciarse a los 35 años, incluso antes, y hacerlo una vez al año”.
Mirambell explicó que si bien la edad recomendada para dejar de realizarse mamografías es a los 74 años, no debe bajarse la guardia, pues muchas veces las lesiones aparecen incluso después de esa edad.