En el mes de la mujer, siempre es importante detenernos a reflexionar sobre cuánto hemos avanzado, pero sobre todo, en lo que aún nos falta por transformar. La equidad de género ha conquistado muchos espacios, pero la tecnología sigue siendo un terreno donde las mujeres deben abrirse paso, cuestionando estereotipos y rompiendo paradigmas que, por años, han limitado su participación.
Empresas como Datasys Group han entendido que el talento no tiene género, pero las oportunidades sí deben ser equitativas. Con programas de mentoría, alianzas estratégicas y políticas de igualdad salarial, están demostrando que cuando las mujeres son parte activa de los equipos tecnológicos, la innovación y la creatividad se multiplican.
La inclusión no es solo una cifra en un informe corporativo; es la diferencia entre un espacio donde las mujeres deben probar constantemente su valor y otro donde pueden desarrollar su potencial con confianza.
“Al fomentar una cultura inclusiva, no solo fortalecemos a nuestras profesionales, sino que también transformamos el futuro de la tecnología. Datasys Group ha adoptado estrategias concretas para impulsar la equidad de género en tecnología. Una de ellas es su alianza con WOMCY, una organización que promueve la participación femenina en ciberseguridad. Esta colaboración permite a las mujeres no solo encontrar oportunidades en el sector, sino también sobresalir y liderar”, explicó Gabriela Urdaneta, gerente de la Oficina de Gestión de Proyectos de la empresa.
Impacto de la Inclusión en la Industria. El compromiso de Datasys Group con la inclusión ha generado resultados significativos. La incorporación de más mujeres ha mejorado la innovación, la colaboración y el ambiente laboral, generando un impacto positivo tanto en la organización como en la industria.
Entre más esfuerzos se sumen a la formación de habilidades tecnológicas, la ruptura de brechas desde edades tempranas y la incorporación de una verdadera cultura de inclusión dentro de las organizaciones, más avances serán posibles para que sectores como el de la tecnología abran más oportunidades a las mujeres.
“En la experiencia, hemos visto cómo la incorporación de mujeres dentro de los equipos enriquece las perspectivas, genera sinergias para un trabajo más efectivo, transformando las organizaciones en espacios inclusivos, innovadores y que evolucionan de la mano con la sociedad. El talento no tiene género, pero las oportunidades sí deben ser equitativas. Al fomentar una cultura inclusiva, no solo fortalecemos a nuestras profesionales, sino que también transformamos el futuro de la tecnología”, aseguró Urdaneta.
Una comunidad de mujeres en tecnología. De acuerdo con Vera Ramos Lizano, ingeniera líder en Datasys Group, una de las principales barreras que existe en el sector tecnología hoy, no es técnica, sino cultural: “Las barreras actuales están más ligadas a paradigmas sociales, como la idea de que los sectores tecnológicos son más aptos para hombres que para mujeres. Esto crea una barrera mental y cultural que impide que más mujeres opten por estos puestos y lideren equipos en el sector”.
Por su parte, Yasenka Mirabilio, ingeniera líder en Datasys Group compartió cómo cuando empezó en su carrera tecnológica, el campo era liderado de manera rotunda por hombres y era un gran reto demostrar que tenía el conocimiento y las competencias de sus compañeros.
“A través del tiempo se fueron abriendo las puertas con el trabajo en conjunto y los resultados. Los hombres llevan años liderando este sector e incorporando experiencias y conocimientos, y es un gran avance que hoy tengamos mujeres también ocupando esas posiciones, adquiriendo grandes conocimientos e incorporando su visión a los proyectos. No obstante, en este Mes de la Mujer la reflexión debe llevarnos a detectar las brechas que aún no hemos podido romper y crear estrategias para transformar las organizaciones y la sociedad en espacios equitativos e inclusivos”, expresó Mirabilo.
También, las expertas señalan como claves la educación de las nuevas generaciones desde esta perspectiva que rompe con las barreras de género y la implementación de prácticas inclusivas dentro de las organizaciones.
“Las niñas deben ser impulsadas a comprender que la tecnología no es riesgosa o que les va a limitar el desarrollo de otros aspectos de su vida, promoviendo el interés desde edades tempranas. Es importante incluir la tecnología dentro de los sistemas educativos, desde un aprendizaje libre, dinámico, que se disfrute y conecte a las niñas en edades tempranas con lo que pueden lograr y aportar en este campo”, concluyó Ramos.
Es clave trabajar en la educación de las nuevas generaciones para eliminar en ellos este tipo de creencias limitantes, tanto en los hombres como en las mujeres. Igualmente, se debe trabajar a lo interno de las empresas, para transformar la cultura en una que sea equitativa, donde se erradiquen prácticas como las diferencias salariales, se implementen procesos de selección de personal inclusivos, se promuevan certificaciones de inclusión, entre otros. Estas prácticas poco a poco van creando un impacto para transformar la cultura de las organizaciones y de la sociedad.