El deseo de trascender unió a cuatro mujeres que comparten una amistad desde el colegio. Estaban en busca de un proyecto que las sacara de sus rutinas y les diera la oportunidad de iniciarse como emprendedoras.
Tras conocer el movimiento mundial Precious Plastic que promueve la creación de máquinas para reciclar desechos plásticos, Daniella Musmanni, Ximena Montealegre, Diana Raven y Monserrat Agüero encontraron en esta iniciativa todo lo que habían estado buscando.
Así crearon Wagát (que en lengua del pueblo indígena boruca significa ‘verde oscuro’), una empresa que fabrica atractivos y útiles productos para usar en casa, entre ellos macetas, tablas para quesos y fiambres, bowls y canastas para frutas.
Estas cuatro amigas también plasman su talento en joyería que mezcla la plata y el baño de oro con elementos de plástico reciclado.
Se identifican con el eslogan “tu basura,nuestra materia prima” y su meta es aportar al mundo de alguna manera positiva; y lo van logrando.
Hoy han utilizado más de 1.000 recipientes de plástico para sus creaciones, las cuales se venden en locales de diseño nacional Apartado Creativo, Colectivo y Sin Domicilio Fijo, así como en la tienda del Hotel Los Sueños Marriott y en Manta Raya, en Nosara.
“Nunca antes habíamos montado una empresa de reciclaje. Tampoco habíamos sido personas de hacer y construir con nuestras propias manos. Hemos tenido una curva de aprendizaje impresionante. Nivelar un suelo, construir una mesa de trabajo y darles mantenimiento a nuestras máquinas han sido de las cosas que nos ha tocado aprender en el transcurso del tiempo”, cuenta Daniella.
“Tuvimos un período de prueba y error con temperaturas y el comportamiento del plástico, pero sentimos que ya hemos llegado al punto de presentar algo que vale la pena compartir. Seguimos aprendiendo y creemos fielmente que lo perfecto no existe; siempre hay oportunidad de mejora y oportunidad de aprendizaje”, agrega su colega Diana.
Ellas iniciaron operaciones en el patio de la casa de una amiga, mandaron a construir las máquinas e iniciaron con las pruebas. Finalmente, un año después, ya tienen un local donde trabajan y se sienten orgullosas de los productos que elaboran.
Las macetas, fruteros y otros artículos dependen de los moldes que vayan consiguiendo y de su ingenio, pero el objetivo siempre ha sido hacer cosas bonitas y útiles, a la vez que evitan que ese montón de plástico vaya a dar a ríos, mares o quede estancado en centros de acopio.
Cada pieza les toma, de principio a fin, aproximadamente dos horas de trabajo manual y el plástico que utilizan es número 2 (HDPE), número 5 (PP) y bolsas de plástico limpias. El color lo brinda la pieza reciclada.
La recolección de la materia prima la hacen entre amigos, familiares y por medio de alianzas con centros educativos de Escazú, donde está su taller artesanal. Asimismo, tienen un pequeño centro de acopio en la cafetería Ili Vanilli, ubicada en el centro comercial Escazú Village.
“Siempre nos pueden contactar y encontrar la manera de que llegue el plástico a nuestras manos”, enfatizan.
Actualmente, las cuatro socias tienen otras ocupaciones además de Wagát y dedican unas 20 horas semanales al proyecto. Sin embargo, su meta es poder dedicarse plenamente a esto y empezar a dar trabajo a más colaboradores.
Contactos
- Correo electrónico: info@wagatcr.com
- Página web: www.wagatcr.com
- Facebook: wagatcr
- Instagram: @wagatcr
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