El cariño y apego que tenemos a nuestras mascotas nos impulsa a quererlos cerca siempre, hasta en el día de la boda. Pero es importante tomar en cuenta si la mascota estará cómoda en esa actividad, por eso, factores como el carácter del animal, o el lugar donde se realice la boda son claves para tomar la decisión correcta.
Si está decidida a que su mascota los acompañe entonces prefiera una recepción en un espacio abierto, al aire libre. Está muy de moda que los caninos asistan a bodas en la playa o en quintas. Lo primero es asegurarse de que en el sitio permitan el ingreso de mascotas.
Los caninos se sentirán más cómodos si la actividad es durante el día.
Es necesario que alguien se haga responsable del canino durante el evento, si ningún amigo o familiar se anima presupueste la inversión de un cuidador. Aunque sea un animal amigable y tranquilo, lo cierto es que va a requerir atención durante y después del evento.
Es necesario considerar cuál va a ser su papel durante la boda, hay quienes con un poco de entrenamiento se atreven a darles las arras o usarlos como porta anillos. No obstante, en el caso de las ceremonias religiosas, pregunte si el sacerdote lo permite. Para evitar imprevistos, utilice anillos simbólicos.
Todos deben ir vestidos de acuerdo a la ocasión. En el mercado se pueden encontrar tiendas especializadas en la confección de trajes para mascotas. No obstante, tenga en cuenta que si el animal no está acostumbrado a usar vestimenta, obligarlo a llevar ropa podría convertirse en una fuente de estrés más.
Aunque la sorpresa de que su mejor amigo camine hacia al altar con las arras suena casi de película, lo recomendable es avisarle a sus invitados de que su mascota será parte del evento, principalmente si hay algún alérgico.
Prepare un espacio donde la mascota pueda estar relajada durante la recepción. Recuerde llevarle alimento, agua y algunas recompensas por su buen comportamiento.
Asegúrese de que su mascota no se sienta intimidada por la gente o bien que esté familiarizada a las texturas, ruidos y escenarios nuevos. Igual puede optar por entrenarlo por lo menos dos meses antes del evento, durante todos los días. Llevarlo a lugares concurridos y practicar caminar hacia el altar con los anillos le dará más seguridad al canino de cómo actuar el día de la boda.
Andrea Ramírez, organizadora de bodas, insiste en que la vigilancia, el cuidado y el cariño hacia la mascota son indispensables para que su asistencia a la ceremonia no se salga de las manos.
Ideas para involucrar a la mascota
En la sesión de fotos: si llevar a la mascota a la boda no es una opción podría pensar en involucrarla en la sesión de fotos previas. Eso sí, asegúrese de contratar a un experto en mascotas y que además tenga la magia de realizar excelentes retratos. Con mucha más razón si nuestro peludo amigo es hiperactivo.
Invitaciones y decoración: utiliza esas fotografías para tenerlo presente en las invitaciones, números de mesa o mensajes de agradecimiento.
Boda pet friendly: Es casi como planear dos eventos simultáneos. Debe pensar en un espacio exclusivo para los cachorros de sus invitados. Además de un menú exclusivo para ellos, actividades para que se entretengan y varias personas que los asistan. Es probable que ellos se lleven en muchas ocasiones la atención principal, más que la novia.
Este tipo de boda es perfecta para celebraciones pequeñas entre amigos y durante el día.