
El trabajo de Laura Scott consiste en traducir ideas, inspiraciones y conceptos a telas. Dar el mensaje correcto a través de hilos, tramas, elasticidad y colores. Esta traductora textil siempre supo que lo suyo era la moda, estudió diseño del producto en la Universidad Veritas; una vez obtenido el título, buscó oportunidades y el mundo le abrió las puertas.
Desde Londres vía Skype nos cuentó sus andanzas en reconocidas casas de moda como Jill Stuart, Céline y Alexander McQueen. La excelencia y el empeño la mantienen vigente e incluso, nos adelantó que tiene dos ofertas laborales en grandes empresas de Nueva York.

TRAYECTORIA EN EL MUNDO DE LA MODA
P: ¿Cómo inició su carrera internacional?
L: Apliqué a la beca de Condé Nast para el curso de Fashion Entrepreneurship en la Universidad de Parsons, en Nueva York, por medio del Seminario Fashion University. Hoy Fashion University es una escuela de moda con campus en Londres.
P: ¿Cuál fue su primera experiencia laboral?
L: Cuando terminé el curso en el 2007, inicié una pasantía con la reconocida diseñadora, Jill Stuart.
Estando de pasante, tuve que diseñar gráficos para textiles y me di cuenta de lo mucho que me gustaba.
P: ¿Cómo llegó a la casa de modas Céline?
L: Apliqué a Céline pero no obtuve respuesta sino hasta un mes después. En el correo me decían: “venga con su portafolio ya”. Agarré un taxi y fui directamente. Luego de cuatro entrevistas, me contrataron.
P: ¿Y cómo pasó a la casa de modas Alexander McQueen?
L: Fue en noviembre de 2012, aunque el concepto de Céline me gustaba más, estoy segura de que este nuevo empleo ha sido una oportunidad para aprender.
En McQueen el trabajo es durísimo porque las colecciones tienen un trabajo muy detallado en sus textiles.

SU DÍA A DÍA
P: ¿En qué consiste su trabajo diario?
L: Cuando empieza la colección tenemos que presentarle a la diseñadora la inspiración textil, para lo cual hay que investigar todo lo que envuelva el tema central de la colección y traducir eso a telas.
“La última colección que presentó Alexander McQueen estaba inspirada en la Iglesia y a mi departamento le dieron un montón de imágenes: fotos de edificios, vitrales, etc. Con ese material hay que hacer un estudio y presentar algo más elaborado.
“Cuando todo el mundo está contento, plasmamos la inspiración en las telas. En el caso de otros departamentos, como por ejemplo el de diseño, la inspiración se traduce a la silueta.
“La tela tiene que ser útil para esa silueta determinada, debemos pensar en la trama, el tipo de tejido, la estación, la impresión y el bordado.”
P: ¿Qué le aporta ser de Costa Rica?
L: Mis raíces han sido muy importantes en la manera en que me desenvuelvo. Crecí en un país donde toda la gente tiene un estatus similar, la extrapolación de clases no es tan marcada como en Europa. Eso me permite tratar con respeto a todas las personas por igual, sin importar su estatus.
P: ¿Cuáles son sus aspiraciones profesionales?
L: Más adelante, aspiro a tener mi propia pequeña producción de algún producto de moda que relacione textiles de alta calidad. Algún día se podría llegar a tener una empresa sostenible en un país como Costa Rica, que internacionalmente tiene la fama de ecológico.