No existen límites, solo obstáculos. Los límites paralizan, los obstáculos se superan. Eso, Nicole lo tiene claro. Es una lección que aprendió desde la infancia, desde la primera vez que le dijeron ‘no’, y ella y su madre insistieron en que sí.
Nicole Mesén Sojo es activista de derechos humanos y ambientales, política, regidora de la Municipalidad de Goicoechea, charlista y conferencista internacional y fue presidenta de la Asamblea Nacional de la Persona Joven durante el período 2018-2019. Es una patriota y un ser humano tenaz.
Nació con una condición llamada osteogénesis imperfecta, poco conocida hoy en día y aún más en 1993, año en que Nicole llegó al mundo. Huesos de cristal, así se le conoce a este padecimiento que, por la mutación de un gen que afecta el colágeno de los huesos, los hace muy frágiles.
Tan frágiles que para la edad de los ocho años, Nicole ya había sufrido 100 fracturas y había estado internada en el hospital incontables veces.
Al nacer, los médicos le pronosticaron tres meses de vida. El pasado 3 de agosto, Nicole cumplió 27 años. Veintisiete, y ni un solo día ha pasado en vano.
Esta saprisista apasionada es el mejor ejemplo de una ciudadana ejemplar; sus atinos van mucho más allá de apoyar a los tibaseños. Cuando recién cumplió la mayoría de edad decidió dedicarse de lleno a la defensa de derechos humanos y sus redes sociales se convirtieron en una plataforma de denuncia ante actos de discriminación.
“Soy una persona con discapacidad, entonces la lucha por incidir en la sociedad empezó desde muy pequeña, con la lucha de mis propios derechos. Es algo que me enseñó mi mamá desde niña. Conforme fui creciendo, empecé a comprender que no solo yo veía vulnerados muchos de mis derechos, sino que también había personas con discapacidad que pasaban lo mismo que yo”, relata la joven.
Al poco tiempo se dio cuenta que su voz podía ser aún más poderosa y decidió aprovechar su activismo para algo más que hacer denuncias, inició con publicaciones de educación y concientización.
Los ojos de los políticos no tardaron en darse cuenta que Nicole tiene pasta para ser líder, y fue invitada a sumarse al ámbito político. Una oportunidad que no dejó pasar y por la cual ya cumple su segundo periodo como regidora municipal (del 2016 al 2020 y, actualmente, del 2020 al 2024). Ella fue la primera persona con discapacidad del cantón de Goicoechea en ser electa en el gobierno local; y también, la más joven del consejo municipal.
Ahí, desde la política, es el espacio perfecto para generar cambios e incidir en la transformación de la cultura costarricense por una más inclusiva y más sensible a los derechos de todos y todas. Un tema mayor.
Incidir en los cambios
Ser regidora es, en palabras sencillas, como una diputada pero a nivel local. Nicole tiene voz y voto para aprobar o rechazar presupuestos y mociones que afectan directamente la vida en el cantón de Goicoechea.
Nicole –quien está acostumbrada a salirse de los esquemas– va más allá. “Yo me salgo un poco de lo básico porque me gusta visitar comunidades y acercarme a la gente, me gusta escucharles y conocer sus necesidades e iniciativas. Procuro aprovechar mi trabajo para generar ese puente entre el gobierno local y la ciudadanía”.
La política es para personas apasionadas, inteligentes, estudiosas, pero sobre todo, para personas valientes. “La política es un espacio muy difícil, es donde más se discrimina, donde más se vulneran los derechos humanos pero a la vez, es el espacio para generar cambios. Y es bonito, cuando se siente el respaldo de la ciudadanía y cuando uno sabe que está haciendo lo correcto”, relata la regidora.
“A los 19 años me metí de lleno en el ámbito político y lo vi como un espacio donde yo podía amplificar mi voz como activista. Siempre lo he dicho: soy más activista como política, pero quería incidir más desde los espacios de toma de decisiones”.
Para ella, lo más gratificante de su gestión ha sido “nombrar lo que nadie ha nombrado”. Asegura que el tema de discapacidad, es un tema que en los gobiernos locales solía estar invisibilizado o abordado desde un enfoque equivocado. “Se cree que el Estado tiene que asistir con ayudas a las personas con discapacidad y más bien, el Estado le debe brindar las condiciones y las oportunidades a las personas con discapacidad para que se puedan desarrollar como cualquier otra persona”, asegura.
Lo más retador ha sido cambiar la cultura errónea que persiste sobre las personas con discapacidad. Una lucha de nunca acabar.
A pesar de los obstáculos y el miedo, Nicole insta a que las personas se acerquen a participar en los espacios de toma de decisiones, desde ahí es donde se puede marcar la diferencia.
Tenacidad: una herencia materna
Cuenta Nicole que a ella la educaron con los mismos derechos y obligaciones que sus hermanos. En casa siempre ha sido una más, y esperaba que la sociedad la tratara con la misma justicia, pero la sociedad es cruel.
“El activismo lo heredé de mi mamá, desde que yo iba a entrar en el sistema educativo empecé a vivir la discriminación porque no me querían aceptar en ningún centro de enseñanza, empezando por algo tan básico como el maternal hasta en la escuela”, relata.
De hecho, para cursar el kínder, sus papás tuvieron que costear una tutora particular ante la negativa de los centros educativos de aceptarla por su condición de discapacidad. Una vez en edad escolar, Liliana Sojo se fue con su hija Nicole al Ministerio de Educación a reclamar su derecho de educación. Ahí nació la tenacidad de nuestra mujer de portada.
Su infancia la describe como su etapa más difícil por las complicaciones de salud y por temas emocionales. Tuvo más de 100 fracturas, le dio neumonía, bronconeumonía y estuvo hospitalizada cualquier cantidad de veces. Y, en medio de todas esas adversidades, tuvo que lidiar con la discriminación de familiares y demás personas que la veían extraño.
“Es muy difícil para una niña tener que procesar esas cosas, porque uno no tiene la conciencia y la madurez emocional para saber cómo asimilarlo”, dice Nicole.
“Me afectaba mucho que las personas me vieran extraño porque yo no me veía extraño, en mi casa me criaron como una más, con las mismas responsabilidades y derechos que mis hermanos, yo nunca sentí una diferencia. Yo pensaba que la sociedad me iba a tratar igual, hasta que uno comprende que no, que me iban a discriminar muchísimo. Todo eso yo lo tuve que procesar y asimilar siendo una niña”.
“Por dicha topé con la bendición de que mi mamá siempre me hizo enfrentarme a la realidad, ella nunca me encerró en una burbuja sino que siempre procuró explicarme las cosas como son. Eso me ayudó a madurar desde muy pequeña”.
En efecto. Nicole asegura que a los 12 años tomó la decisión de amarse a sí misma tal y como es, y restarle importancia a la opinión de terceros. La realidad la hizo madurar antes de tiempo.
Enfoque social
La experiencia personal de Nicole la han convertido en una abanderada de los derechos de las personas con discapacidad, pero sus intereses y preocupaciones van más allá.
“A los 18 años fui conciente de que no solo yo vivía discriminación sino también el resto de personas con discapacidad. Personas que cuando quieren montarse al bus no pueden porque el chofer no los quiere subir o porque la rampa está en mal estado, como me pasaba muchas veces a mí; o que el taxi no quiso parar porque estaba lloviendo y daba pereza montar la silla de ruedas. No solo yo vivía esas cosas cotidianas”, dice.
“Desde mi trabajo y mi activismo puedo proponer soluciones, generar conciencia, educar a la sociedad e incluso incidir en la legislación”.
Sus temas de trabajo son todos aquellos que tengan que ver con la promoción de derechos humanos, con especial enfoque en los grupos más vulnerables, como las personas con discapacidad, la juventud, las mujeres o los adultos mayores.
Pero también tiene una amplia preocupación en temas de cambio climático y cómo afecta el medio ambiente en la calidad de vida de las personas.
Asimismo, el tema de movilidad y ordenamiento territorial son otros de sus intereses, pues inciden directamente en la cotidianidad de las personas con discapacidad.
Además, sus cinco perros consentidos nos hace pensar que también es una defensora del bienestar animal. Ella acepta que sus mascotas son su terapia tras las intensas y pesadas jornadas de trabajo municipal.
Nicole es apasionada por el estudio, y aunque su condición médica le ha dificultado terminar los estudios formales, nunca deja de investigar sobre cultura, ambiente y salud mental. También ha estudiado inglés y diversos cursos libres.
En su casa, es común verla con un libro entre sus manos. Leer es una de sus pasiones, sobre todo temas de historia y política. Algo que le viene muy bien para irse formando para su próximo objetivo: ser diputada de la República.
“Quiero ser diputada pero creo que todo tiene su tiempo y vivo el presente. Hoy soy regidora y en eso me enfoco. Sin embargo, confío en que cuando sea el momento correcto llegaré a la Asamblea Legislativa para levantar la voz a nivel nacional”.
Nosotras estaremos esperando ese momento, para ir a las urnas confiadas en que Nicole es una excelente opción para marcar cambios positivos en nuestra sociedad.
Sus temas de trabajo
- Derechos Humanos
- Discapacidad
- Juventudes
- Salud mental
- Cambio climático
- Ordenamiento urbano