“En un mundo repleto de estrellas pop que suenan igual, ella es única y fiel a sí misma”, así la describe Madonna. Con la bendición de la reina del pop y el talento artístico, era cuestión de tiempo para que Rosalía empezara a cosechar éxitos.
Así ha sido. En el año 2018 recibió dos Premios Grammy Latinos por la canción Malamente y ese era solo el inicio.
Durante el 2019 la catalana se consolidó como artista mundial y fue galardonada con cuatro Grammys Latinos por su segundo álbum El mal querer, que la convirtieron en la artista española con más galardones otorgados por la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación por un único trabajo. Ese mismo año también recibió dos premios MTV Video Music Awards, siendo la primera española en recibir un reconocimiento de esa organización.
Tras arrasar en los premios latinos, para la gala de este 26 de enero en los premios Grammy, la artista está nominada como mejor nueva artista y también compite por el premio al mejor disco latino de rock, urbano o alternativo por su álbum El mal querer.
Un “no” como inicio
Todos hemos tenido algún tropiezo en el camino, el de Rosalía fue a los inicios de su carrera. A sus 15 años, la artista concursó en un reality de talentos españoles llamado “Tú sí que vales” y no logró convencer al jurado, así que fue eliminada.
A pesar de que le dijeron que "no sabía sacar su potencial", ella respondió con mucha elegancia: "No pasa nada. He venido aquí a aceptar las críticas y a aprender de profesionales como vosotros". Y parece que la lección solo la hizo más fuerte.
Rosalía nació el 25 de septiembre de 1993 en San Esteban de Sasroviras. Es la segunda hija del matrimonio conformado por José Manuel Vila y Pilar Tobella. Su hermana mayor, llamada Pilar, actualmente trabaja con ella como su estilista. “Pili es mi mejor amiga, pero también mi vía de escape”, dice Rosalía sobre su hermana.
La española heredó su interés por la música de su padre, quien la animó a cantar desde los siete años de edad.
Y sus recuerdos de infancia están muy ligados con la música. “Durante un viaje a Granada con mi familia, con 9 años, pasamos por delante de una tienda de guitarras y me quedé enamorada. Entré y me regalaron una, que no he cambiado desde entonces. Con ella escribí mi primera canción, o mi primer egotrip, y empecé a cantar sin referentes o figuras concretas”, recuerda Rosalía durante una entrevista que le realizaron en la revista Vogue.
A partir de los 13 años ingresó a la Escuela Superior de Música de Cataluña, ahí recibió clases con el maestro de los ‘cantaores’, el artista Chiqui de La Línea.
Su profesor la ha definido como una alumna fuera de lo común. “Tiene un perfil de voz inusual por la rapidez de su vibrato, un oído musical muy sensible y facultades intelectuales que le permiten asimilar las cosas muy rápidamente”, comentó el maestro al medio de comunicación Barcelona Metrópolis.
Además de aquel “no” en el programa de televisión, hubo otro punto de quiebre para la artista. A los 17 años tuvo que ser operada de las cuerdas vocales. Una prueba muy dolorosa para una cantante.
“Era una cabra loca y me dejaba llevar por mis impulsos, cantando en todas partes y sin filtro alguno. Tener que operarme me condicionó muchísimo: estuve un año sin cantar y otro en rehabilitación. Me familiaricé con el silencio. Fue una cura de humildad brutal, a partir de la que me volví radicalmente disciplinada”, relató a Vogue.
Su estilo
Irruptiva y revolucionaria. Así se refieren los conocedores sobre la música de Rosalía. La artista mezcla el flamenco tradicional con estilos modernos como el pop, el trap, el hip hop, la música electrónica y la música experimental. Logró unir algo que parecía antagónico, y no solo eso… logró que sonara bien.
Además, la ‘cantaora’ ha sacado singles con artistas reconocidos dentro de la escena musical latina como Ozuna o J Balvin, con un sonido menos experimental, más orientados al pop latino y al reguetón. Temas que han sido todo un éxito alrededor del mundo.
Su carácter transgresor y su manera de innovar con la música flamenca para adaptarlas a las nuevas generaciones, han permitido a la artista catalana ocupar los primeros puestos de todas las listas musicales del momento, seguir acumulando seguidores en Spotify y ser una de las cantantes de referencia.
“Flamenco pop”, “electro flamengo”, “pop mainstream”. Estas son solo algunas de las combinaciones de conceptos que intentan explicar lo que Rosalía hace, sin embargo, sacudiéndose de todos los géneros musicales, es como ha logrado convertirse en una artista auténtica.
En sus inicios Rosalía fue acusada de apropiación cultural por la comunidad gitana por utilizar la iconografía romaní y los ritmos flamencos. Al respecto ella ha contestado: “En Cataluña, la cultura andaluza se respira en cada esquina, vengas de donde vengas, seas quien seas. Yo me he criado entre hijos de inmigrantes andaluces. Uno no es solo aquello que le viene dado, también aquello que elige ser”.
Su profesor, Chiqui de la Línea, también se ha referido al tema: “no ha hecho nada que no se haya hecho desde el inicio de los tiempos. De toda la vida, con mis compañeros de profesión payos, hemos usado palabras propias del pueblo gitano”, detalló.
Cosecha de éxitos
Con solo 26 años de edad, ya tienen siete millones de seguidores en Instagram, 16 millones de oyentes mensuales en Spotify, ha contribuido a la creación de una línea de ropa, la visten las mejores casas de moda y actuó en una película de Almodóvar. Todo eso sin contar la cantidad de nominaciones y galardones recibidos en diversos premios de la música.
“Es una paradoja todo lo que ha conseguido en apenas año y medio, desde que lanzó El mal querer. Tiene mucho valor”, ha dicho Santi Carrillo, director de la revista española de rock Rockdelux.
“El mal querer supone una amalgama fastuosa de estilos, desde el flamenco y el trap hasta el R&B o la música electrónica, pero es además un disco conceptual. Es casi un milagro lo que ha conseguido", agregó Carillo.
Para la artista, no hay tal milagro. Todo es el fruto de esfuerzo y el trabajo que viene haciendo desde hace año. “Quiero pensar que lo que se mantiene bien en el tiempo es porque tiene cimientos. He recibido formación clásica y me interesa lo que ha pasado en la Historia, para poder intentar darle réplica desde mi visión. La imagen que se vende hoy de la fama es irreal, vacía y tan rápida como fugaz, pero me gustaría que se desmitificara. Y después de todo, el oficio de un artista incluye un esfuerzo y sacrificio y cuando nos centramos solo en lo que rodea al mismo, se pierde la verdad de las cosas”, dijo la artista a Vogue.
Moda
Si en sus inicios Rosalía fue acusada de apropiación cultural por usar elementos de la comunidad gitana, ahora sus críticos más acerbos le achacan robar elementos propios del hip hop.
En su último videoclip del tema A palé, Rosalía muestra sus ya características uñas kilométricas y joyería en sus dientes (una tendencia conocida como grillz).
Esa sonrisa metálica la hemos visto en otras artistas como Rihanna, Madonna, Lady Gaga o Beyoncé. Ahora, la catalana la ha vuelto a poner de moda, muy a pesar de los odontólogos que advierten los riesgos de estas fundas con oro y diamante que decoran los dientes.
Con esos detalles excéntricos, Rosalía se ha ido convirtiendo en un ícono de moda. No solo luce joyas en los dientes sino que también se viste con las marcas más costosas de la industria como Fendi, Versace, Louis Vuitton y Burberry.
Su estilo refleja a una mujer fuerte, segura y sin miedo a arriesgar: ni en la música, ni en los looks.
Ella ha sido la portada de varias revistas de moda, tales como Vogue (al menos tres veces), Billboard, Cosmopolitan y hasta en el prestigioso periódico estadounidense New York Times. Y, por supuesto, la revista costarricense Perfil.
Rara vez vemos a la española con zapatos de tacón, su look suele ir acompañado por cómodas (y usualmente, llamativas) tenis. Combina sus zapatos deportivos con un suéter con alguna frase controversia, una camisa con imagen religiosa intervenida, un traje de diseñador o un abrigo de pieles. Así, mezcla a su antojo el lujo con un estilo urbano.
En la moda y en la música, las mezclas sin etiquetas son los suyo.