El 26 de diciembre del 2005, una muchacha salida de Rincón Grande de Pavas se dirigía a Francia con una sola promesa: después de poner su primer pie en tierra francoparlante, el resto sería ganancia.
Viendo en retrospectiva, aquel 2005 nadie imaginó que Shirley Cruz se convertiría en la figura más destacada del futbol costarricense en tierra extranjera.
Casi siete años después, recibió la segunda medalla de oro para su equipo, el Olympique de Lyon, en un torneo de la Champions League femenina.
Hoy, con una lesión de ligamento cruzado en la rodilla que la dejará jugar apenas un año más, está a punto de firmar el que sería su último contrato con el equipo Paris Saint-Germain.
De Pavas a Lyon
P: Dicen que comenzar es lo más difícil… pero vos iniciaste muy joven ¿Qué recordás de ese tiempo?
S: Empecé en selecciones menores y a los 16 años entré en la selección mayor, donde duré casi 4 años sin parar, hasta que se me hizo una lesión del ligamento cruzado… Después ya no quería jugar más futbol.
P: ¿Por eso tenés todos los reconocimientos guardados en una caja?
S: Sí. Cuando metí aquí todo esto fue cuando terminé con el futbol, dije: “no más, me voy a dedicar a estudiar”. Luego salió la oportunidad de irme a Francia, cuando ya estaba recuperada de la rodilla y estaba en lo mejor de la universidad. Iba a dejar el futbol por la carrera… que pareciera es lo que me va a dar de comer el día de mañana.
P: ¿Y vos preferiste jugar que comer?
S: Desde que decidí entrar en juegos nacionales, a los 12 años, asumí el riesgo de no ser igual a todos los demás. Me perdí de todo lo que era salir con mis amistades de acá.
P:¿Cómo ha sido para vos, con tan solo 21 años, salir de Costa Rica y no saber cuándo vas a regresar?
S: Lo más difícil es que mi mamá siempre me ha chineado… yo no sabía cocinar, ni lavar… A veces llamaba a mami para que me dijera cómo hacer el arroz... imaginate.
P: ¿Eso ha sido lo más difícil?
S: No. Estando allá se murió mi hermano Jeffrey. Mi papá me dijo que me quedara, pero no, es demasiado duro. Estaba en el baño, se me salían las lágrimas. No aguanté. Le dije al entrenador ‘me voy porque no aguanto, es imposible’.
P: ¿Y tu satisfacción más grande?
S: Haber salido de Costa Rica para demostrarlo todo con mis títulos. Una vez que estuve en Francia, muchas de las jugadoras francesas me vieron con menosprecio, pero hoy soy una parte fundamental del equipo.
P: Sos la única centroamericana que ha ganado una Champions League… Al retirarte de la selección, muchos creyeron que el éxito se te había subido a la cabeza…
S: Puede ser que muchas personas piensen que soy una agrandada, que es porque allá sí me pagan, que porque mantengo a mi familia. Pero la decisión la tomé por el problema en mi rodilla.