La actual compañera de vida de don Rodrigo Chaves, Presidente de la República, proviene de tierras europeas: es de Letonia. Durante dos de sus cinco décadas de vida, se desarrolló como profesional en el Banco Mundial. Es la mamá de una dulce niña llamada Isabela y habla tres idiomas, además avanza rápidamente en el español.
Es poco lo que Signe Zeikate había dado a conocer de sí misma, y esta entrevista sería la primera que accedió a dar en medios nacionales, en una lluviosa mañana de junio. Esto lo aclaró, después de una calurosa bienvenida en su despacho.
Aunque el objetivo es conocer su sugestivo perfil como profesional, mamá y mujer; su rol maternal protagonizó la visita desde la sala de espera. Su hija de siete años se nota ya acostumbrada a los salones de la Casa Presidencial; y su energía y espíritu infantil adornó la entrevista desde antes de iniciar. El rechinar de la suela de sus botas contra el piso del imponente edificio, hacía eco en el lugar. Todos los que trabajan ahí, se ven ya acostumbrados.
La Primera Dama de la República es, a todas luces, una mujer ecuánime, con elegancia y precavida. Cuando conversa de su niñez y juventud en su tierra natal, refleja armonía y júbilo. Doña Signe cumplirá 51 años el 2 de febrero. Su familia vive en Letonia y la compone su mamá Nina, su papá Gunars y su hermana mayor Yolanta, que tiene dos hijos, y a quien describe como su mejor amiga. Con ella habla todos los días y recuerda que crecieron, en un hogar rodeado de amor y seguridad. Así fue su infancia y adolescencia.
Aunque hace dos años no visita Letonia a causa de la pandemia por Covid, la tecnología le ha ayudado a estar al tanto de su familia. Nos cuenta que inicia cada día con una taza de café y comunicándose con ellos.
El baile fue su primer gran amor, durante estas dos etapas de su vida. “Amaba bailar. Lo hice desde los 7 años y lo dejé a los 19. Fui Campeona Nacional de Ball Room en mi país, a finales de los 80s”, cuenta con brillo extra en sus ojos.
Su camino profesional inició una mañana, cuando doña Nina leyó en su periódico, mientras desayunaba con su familia, la oferta de una beca que se ajustaba al perfil de su hija menor. Como anécdota, cuenta con amplia sonrisa, que su papá bromea, culpando a su esposa de lo lejos y alto que vuela siempre su hija Signe.
Antes de unirse al Banco Mundial, fue la jefa del departamento de finanzas municipales del Ministerio de Hacienda de Letonia. Dirigió la unidad que supervisaba y evaluaba la viabilidad financiera de los gobiernos subnacionales, y representó al Ministerio de Hacienda en la Junta Estatal de Deuda y Garantías Subnacionales.
Doña Signe ha escrito múltiples informes de investigación y preparado proyectos relacionados con las finanzas públicas. Recibió la beca honoraria Hubert H. Humphrey del congreso de los Estados Unidos para estudiar en la Universidad Americana (American University) en Washington D.C. Su maestría es en economía de la Universidad de Letonia, donde también estudió en el programa de doctorado en políticas públicas.
Fue en el Banco Mundial donde conoció a su actual esposo. “Hace diez años decidimos estar juntos. Nuestro viaje inicia en Washington D. C., y hace siete años llegó Bela”, explica cuando hace referencia a su hija.
Pronto, su esposo se iría a liderar la oficina del Banco Mundial en Indonesia. “Ahí estaba yo, con una bebé de 8 meses, camino a Indonesia para reunirme con Rodrigo y seguir nuestras vidas juntos. En el 2015, cuando dejé Washington, el banco me dio la oportunidad de teletrabajar. Cinco años después, en uno de sus viajes, Rodrigo me llamó para darme una gran noticia: ‘no me lo vas a creer, me llamó el Presidente de Costa Rica y quiere que sea su Ministro de Hacienda’. Lo hablamos y él sintió que debía hacerlo porque la situación fiscal del país era difícil. Antes de eso mi cuñada había fallecido, y era ella quien cuidaba a mi suegra. Rodrigo estaba valorando numerosas ofertas profesionales y Costa Rica no era la única. Lo apoyé cuando decidió volver a Costa Rica. ¡Claro! Empacamos de nuevo nuestras vidas”, rememora.
“En cada trabajo que hago, trato de contribuir a hacer la diferencia. Quiero hacer algo valioso y, cuando terminen estos cuatro años, volver a ver atrás y ver todo lo que hicimos”.
Cuando reflexiona sobre esta decisión, concluye que ya se había probado a sí misma para ese momento. Para su primer mudanza de Washington a Indonesia, dejó su equipo de trabajo y se fue a teletrabajar. “Pero probé que soy valiosa con mi equipo. Cuando llegué a Costa Rica, ya había hecho muchos años de teletrabajo, y me dieron nuevamente la oportunidad de seguir trabajando desde casa. Con este tipo de trabajo, requería viajar frecuentemente, con su equipo, a diferentes partes del mundo como África, el este de Asia e islas del Pacífico.
Antes de unirse al Banco Mundial, fue la jefa del departamento de finanzas municipales del Ministerio de Hacienda de Letonia. Dirigió la unidad que supervisaba y evaluaba la viabilidad financiera de los gobiernos subnacionales, y representó al Ministerio de Hacienda en la Junta Estatal de Deuda y Garantías Subnacionales.
Ya había visitado Costa Rica, antes de vivir aquí. Visitó el país las primeras veces con el fin de reforzar los lazos familiares, especialmente el de Isabela y su abuela paterna.
Y… ¿qué es lo que más le gusta del país?
“La gente”, contesta sin dudar. “Me parecen personas extremadamente cálidas, hospitalarias, amables y trabajadoras. Sin duda, compartimos los mismos valores. En Letonia, también apreciamos la honestidad, y nos respetamos mutuamente. Aunque vengo de largo, de un país nórdico, nos conectamos por los mismos valores, y no veo a los costarricenses diferentes a mí. Y, aunque he visto sus océanos y montañas, que son hermosas; creo que lo que hace a Costa Rica, son los costarricenses”. Confiesa luego, que los portones, los alambres de púas y las verjas en las casas es algo a lo que ha costado acostumbrarse. “Me gustaría ver que los costarricenses sientan suficiente seguridad como para vivir sin esto en sus casas”.
Su tiempo libre
El yoga ha sido una actividad que disfruta hace muchos años. Ya no baila, a menos que sea con su hija por la casa, para compartir tiempo de calidad con ella. Andar en bicicleta es una actividad que disfruta hacer con su cónyuge y que adoptaron desde que vivían en Estados Unidos.
“También disfrutamos hacer hiking. ¡Oh, el parque Prusia en el volcán Irazú es hermoso!”, dice, expresando con especial emoción, mientras la niña sigue en el despacho, haciendo lo que hacen los niños: jugar. También escucha atenta el relato de su mamá, especialmente cuando admite que, desde que es mamá, los hobbies de su hija, son automáticamente los suyos. La pequeña confirma explicando que, a veces, en clases de natación, su mamá trabaja mientras ella está en la piscina. “Sentimos la misma felicidad cuando nuestros hijos disfrutan sus hobbies. También nos gusta montar a caballo, a los tres. Es algo que nos gusta hacer en familia”, comparte mientras acomoda su elegante pashmina.
“Soy mamá y buscamos ese balance para estar juntas y compartir tiempo de calidad, sin dejar de ser profesional. Leemos historias, hacemos tareas, pancakes, paseamos a nuestras dos perritas Rumba y Samba, hacemos competencias, bailamos por la casa … aunque no hay balance perfecto, trato de hacerlo con mis horas profesionales y horas mamá”, revela con una gran sonrisa, cuando Isabela no duda en recordarle a su mamá que mencione también los días de spa de chicas.
Cuando se describe como pareja, asegura que son fuertes juntos. A Signe no le importa si están en un restaurante o cocinando en casa. Cada momento lo aprecian y aprovechan, especialmente ante la nueva apretada agenda de la casa de Zapote.
¿Cambia ahora su vida como Primera Dama?
“Sí cambia, en muchas maneras. Me siento honrada de serlo, y también siento una gran responsabilidad. En cada trabajo que hago, trato de contribuir a hacer la diferencia. Cuando veo para atrás, veo que siempre trabajé para hacer la diferencia. Siempre tuve que levantarme, vestirme y hacer cosas. No soy la mujer que pasa tiempo en pijamas (descarta entre risas). Quiero hacer algo valioso y, cuando terminen estos cuatro años, volver a ver atrás y ver todo lo que hicimos”.
El despacho de la Primera Dama estará enfocado en niños. Para ella, urgen mejores oportunidades en educación y seguridad. “Vamos a desarrollar de manera integral, la educación, la cultura, la seguridad y salud. Ejecutaremos programas en todas esas áreas, iniciando con la reducción de brechas educativas, como hacer las escuelas públicas bilingües. El turismo de Costa Rica es importante. La economía está basada en un servicio, necesitamos que los jóvenes puedan hablar para trabajar en turismo y con empresas internacionales en puestos de alta remuneración. Esto por medio de becas y capacitaciones a los docentes”.
“Niños saludables y felices, son la base de sociedades prósperas. Como mujeres debemos hacer lo mejor para ser madres fuertes y saludables, para criar y educar a niños felices. El estado debe brindar oportunidades para esto. Creo que es importante que cada mujer, sea fuerte siendo quien ella es, creyendo en ella y hacer lo mejor para sus hijos”.
“Otro aspecto que vamos a desarrollar es la cultura. Queremos que cada joven de Costa Rica conozca sus museos; por ejemplo. Que vengan desde Guanacaste, Limón y Puntarenas. Quienes no los han visitado, tienen el derecho de conocer sus tesoros nacionales. Será importante darles y llevarles arte, con programas”, indica.
La Primera Dama desea enfocarse también, en la calidad de vida de las mujeres, pues ellas cuidan a nuestros niños. “Como madre de Isabela, veo lo importante que es hacer buenos ambientes para ellos. Son el futuro de Costa Rica”.
“Vamos a desarrollar de manera integral, la educación, la cultura, la seguridad y salud. Ejecutaremos programas en todas esas áreas, iniciando con la reducción de brechas educativas, como hacer las escuelas públicas bilingües”.
Antes de unirse al Banco Mundial, fue la jefa del departamento de finanzas municipales del Ministerio de Hacienda de Letonia. Dirigió la unidad que supervisaba y evaluaba la viabilidad financiera de los gobiernos subnacionales, y representó al Ministerio de Hacienda en la Junta Estatal de Deuda y Garantías Subnacionales.
Fotografías: Julieth Méndez Ramírez.
En breve
¿Cuál música escucha?
“¡Es interesante! Cuando quiero ser creativa, escucho a Julio Iglesias (risas). No sé por qué me inspira. También escucho cantantes rusos y latinos.
¿Cuál es su lugar favorito en Costa Rica?
“Puedo decir absolutamente segura que mi casa. La Fortuna, Manuel Antonio y Guanacaste son hermosos y cada zona tiene su sabor y belleza. Es difícil apuntar a una. Pero es mi propia casa”.
¿Cuál es su comida y postre favoritos?
“Me gusta comer liviano: ensalada y pescado. Ensalada y proteína. Puedo saltarme el postre fácilmente, pero el tres leches y la panacota son buenas opciones.
¿Y su comida costarricense favorita?
“Me gusta su sopa negra. La hago y tengo mi propia receta, con muchas hierbas. Aprendí a hacerla con la mamá de Rodrigo, con una olla de cocimiento lento”.
¿Cuál ha sido el día más hermoso de su vida?
“Puedo decir que el día que Isabela nació y cambió nuestra vida para bien”.
¿Cuáles idiomas maneja?
“Letón (lengua materna), inglés y ruso que los estudié en una escuela regular, además de la práctica constante, estoy avanzando rápidamente en español - que me encanta.