Desde que Jose tiene cuatro meses prácticamente es cuidado por su papá. Su mamá trabaja fuera todo el día, mientras que es su padre quien asumió la función de cuidarlo la mayor parte del tiempo, ya que cuenta con la ventaja de trabajar para una compañía que practica el teletrabajo.
Esta es una alternativa laboral que surgió desde 1970 ante la crisis de los hidrocarburos y como una manera de reducir costos en la industria. En el caso específico de la empresa del papá de Jose, es una posibilidad de trabajar con talentosos profesionales en el orbe y aprovechar las herramientas tecnológicas para mantener una comunicación constante y un flujo de trabajo que cumple con sus objetivos.
Betsy Rojas es propietaria de la empresa Imacorp, una agencia de comunicación que desde hace tiempo implementa el teletrabajo por varias razones; una de ellas es la restricción vehicular. “Ese día, salir de la casa era un caos, había que madrugar más, correr más, cargar en bus o taxi la computadora y el bolso, entonces le sumamos a esto el ahorro de tiempo de traslados, probamos y funcionó ”, comenta la empresaria.
Además, cuenta que evaluaron y se dieron cuenta que al equipo humano tener claro los objetivos y contar con las herramientas en la casa, la productividad aumentó. “Esta flexibilidad le permite a las que son mamás estar más pendientes de los chicos el día de teletrabajo, por ejemplo, o de organizarse para sacar pendientes o trabajos más grandes en los que uno ocupa una concentración mayor, sin distracciones propias de la oficina”, detalló Rojas.
Aunque esta visión pareciera una utopía, en Costa Rica hay otras empresas que han empezado a implementar el teletrabajo como una manera de ayudar al medio ambiente y proveer ahorro y bienestar al trabajador, así lo demuestra el estudio Medio ambiente, economía y calidad de vida, donde se destaca que esta alternativa empieza a implementarse en el sector privado, especialmente en aquellas transnacionales que replican la norma incluida en la casa matriz.
¿Es difícil implementarlo?
El estudio citado aclara que el éxito de la implementación va de la mano de la cultura organizacional, la visión y la percepción que tengan los mandos altos y medios sobre la organización del teletrabajo.
No obstante, hablando de América Latina y el Caribe no hay un consenso del tema y esta no es una alternativa que vaya en proceso ascendente como en la Unión Europea donde la modalidad, al año 2000, es utilizada por 10 millones de trabajadores y en Estados Unidos impacta a 34 millones de trabajadores, un 20% de su fuerza laboral y se espera que este número aumente hasta un 43%.
En la Revista de Derecho y Tecnología de la Información de la Universidad Estatal a Distancia, UNED, Jerry Campos anota que uno de los impedimentos para el teletrabajo en Costa Rica es la falta de flexibilidad del mercado, “lo cual hace de su implementación concreta un proceso innecesariamente lento y plagado de incertidumbre”.
Quizá sea esta la razón por la que en el informe realizado por el Ministerio de Hacienda de Costa Rica sobre el teletrabajo, no hay un crecimiento proporcional entre crecimiento de la fuerza laboral cantidad de empleados que ejecutan este método.
Mientras se espera que otras empresas ejecuten esta modalidad, para el papá de Jose, para la empresaria Betsy Rojas y su ejecutiva senior Lucrecia Zúñiga, el teletrabajo les permite ser más creativos, eficientes y estar a cargo de ciertas labores del hogar.
Fuentes: Betsy Rojas, socia de Imacorp / Informe Medio ambiente, economía y calidad de vida de Diana Campos y Gallegos de Ernst & y el Club de Investigaciones Tecnológicas / Presentación de Secretaria Técnica de Gobierno Digital / La Flexibilidad Laboral en el Teletrabajo de la Revista de Derecho y Tecnología de la Información de la UNED, su autor Jerry Campos.