Vida

Casa Dominga. Un festín hogareño.

Cada centímetro de este lugar es una foto perfecta. Con sus techos altos y maderas solidarias, Casa Dominga es una edificación centenaria y perfectamente blanca que el siglo pasado perteneció a José Procopio Zamora.El turno de llenarla de vida en el presente le llegó a Andrea y Ricardo, una pareja que decidió colmarla de mágicos sabores y abrirla al público como un maravilloso café. Uno que invita a quedarse por horas.

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Casa Dominga, pastelería (Mayela López)







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