De la misma forma que les compramos a nuestros hijos juguetes que los educan y entretienen, abrirles una cuenta de ahorros es una excelente forma de protegerlos a futuro.
No solo es un proceso fácil, sino que impactará muy positivamente al niño y su familia, por las siguientes razones:
- Los padres o tutores tendrán un instrumento específico para ahorrar dinero destinado al pequeño, lejos de otras cuentas, donde la tentación de gastarlo estará muy a la mano.
- Tener una cuenta a nombre del niño le dará un sentido de responsabilidad, con montos acordes a su mundo.
- Es una manera útil de introducirlo a los temas financieros, mediante el excelente hábito del ahorro.
Como ahorrar no se trata de guardar los billetes en la caja de cereal vacía o en la gaveta de la cocina que ya nadie usa, aquí le recomendamos hacerlo en una institución reconocida por la Superintendencia de Entidades Financieras (Sugef), como Davivienda.
Tan solo es necesario visitar alguna de las agencias del banco, llevar la cédula de identidad de uno de los padres o del tutor, un documento de verificación de ingresos (por ejemplo, la constancia salarial), un recibo de servicios públicos, y completar un documento que el propio asesor de Davivienda le facilitará.
La cuenta puede estar a nombre del niño, sin importar su edad; de hecho, se ha dado el caso de que papás muy previsores abren ese instrumento apenas unos días después del nacimiento del hijo, con los recuerdos del baby shower todavía frescos.
Conforme va creciendo, se le explica que ese dinero es para el futuro, aunque se le puede permitir que retire pequeñas cantidades para que aprenda a utilizarlo correctamente.
Cuando el niño recibe efectivo por alguna fecha especial (como su cumpleaños o la Navidad), se le puede enseñar que una parte debe ir directamente al banco. Así entenderá que los recursos siguen siendo suyos, pero contribuyen a alcanzar una meta más ambiciosa y de largo plazo. También es bueno mostrarle periódicamente los estados de cuenta, para que se motive conforme el "chanchito" de ahorro vaya creciendo.
Abrirle a un niño una cuenta de ahorros es permitirle que crezca aprendiendo de primera mano sobre un tema que incidirá en su felicidad cuando sea adulto. Es un gran regalo, con lecciones para toda la vida.