Las esferas de piedra son la promesa de una identidad que poco a poco se forja entre los pobladores de la península de Osa. Hoy están de fiesta porque, luego de varios meses de espera, las antiguas piedras redondas han sido declaradas Patrimonio Mundial por parte de la Unesco.
No solo ellas fueron incluidas en la lista, sino también los sitios arqueológicos que las albergan: Finca 6, Matambal, Grijalba y El Silencio.
¿Qué significan las esferas para los pobladores de Osa?
Osa tiene una población heterogénea. La Compañía bananera trajo a hondureños, nicaragüenses, panameños, ticos del Valle Central y, en gran medida, desplazó a los indígenas hacia las montañas…
Luego de medio siglo de trabajo seguro, en 1982, la Bananera se fue, dejando un pueblo mezclado y asentado en Osa sin trabajo y sin motivo de lucha común.
El turismo ecológico se volvió una de las principales actividades de las familias, y a su lado, unas esferas de piedra que al principio eran muy misteriosas, se fueron posicionando como un rayo de luz en medio de una economía deprimida.
¿De dónde venían las esferas? ¿Quiénes las fabricaron? ¿Cómo lo hicieron?
Los antropólogos empezaron a preguntárselo muchos años atrás y el pueblo comenzó a defenderlas como suyas desde la década de los 80.
Con el tiempo, la gente se enteró de que las esferas tenían una historia precolombina para contar y que eran buenas para atraer curiosos… curiosos con dinero.
El orgullo compartido de los pueblos, afirma Francisco Corrales, arqueólogo del Museo Nacional, pasa por lo cultural y lo social, pero es necesaria también una cohesión económica: comer todos los días.
Curiosidades sobre las esferas
- En el país hay entre 200 y 250 esferas, pero la menor cantidad está en la zona sur, donde se encontraban originalmente.
- Golfito, Pérez Zeledón y el Delta del Diquís fueron los principales sitios donde se hallaron esferas.
- El último ejemplar, una de 55 centímetros de diámetro, apareció en junio del 2012 en Finca 7.
- Los arqueólogos del Museo Nacional han concluido que las primeras esferas se fabricaron 1.000 años antes de la llegada de Cristobal Colón, en el Delta del Diquís.