La primera vez que fui a Franco fue por influencia de mi amiga Eunice. Quedamos en tomarnos un café en la tarde con Mónica, mi otra muy buena amiga.
No tenía claro donde quedaba, resulta que está inmerso en Barrio Escalante, donde parquear cuesta trabajo cada vez que la noche se acerca.
La cafetería es una casa blanca con estilo moderno que se divorcia un poco del resto de edificaciones del barrio. Su decoración es muy sobria casi rosando el modernismo y la elegancia, con la gran cualidad de que sentirse cómodo es cuestión de segundos.
Nos apropiamos de una mesa, unos minutos para escoger lo que queríamos tomar y comer, y fácilmente los minutos entre risas, cuentos y buen ambiente pasó sin darnos cuenta.
Es que además de ser un sitio para tomar un buen café, Franco es un espacio para germinar relaciones auténticas, para sentirse cómodo, en casa. Es un espacio en el que se puede ir a desayunar, trabajar, escuchar música y almorzar.
Las mesas y divanes resultan perfectos para una oficina improvisada por la mañana y unas charlas amenas por la tarde.
Son expertos en café, de esta bebida es que se genera todo el concepto del espacio. Cuenta Cesar Madríz, barista y propietario, que sus bebidas son elaboradas con granos de primera calidad y de Tarrazú, Región Brunca, Fraijanes de Desamparados y Valle Occidental.
Ellos mismos se encargan de tostarlo, molerlo y elaborarlo. Tampoco se complican demasiado, el producto tiene que hablar por sí mismo. Utilizan dos técnicas de elaboración: realizados en máquina cuya base es el expreso y los filtrados.
Son conocidos por el cortado servido en el vaso de gibraltar.
El nombre del lugar no tiene relación con un amigo, padre o hijo de los propietarios. Se refiere al adjetivo de ser sinceros, honestos y directos con lo que sirven y son.
Su comida es práctica, pero con mucho cariño y pensamiento, asegura Brandon Mais, también propietario de Franco.
Mais cuenta que sus raíces de California lo impulsaron a este negocio donde procura promover una oferta local con mucha influencia extranjera.
Las galletas danesas, quiche, scons, queque de chocolate oscuro con jengibre y pimienta son solo algunas de las variedades de pastelería que cambian constantemente.
La especialidad para los desayunos son los biscuits, el plato de frutas y granola con yogur natural o los huevo benedictinos con queso de cabra y salmón fresco. Claro que ofrecen el tradicional gallo pinto entre otras alternativas. Los sábados y domingos ofrecen brunch casi todo el día.
Este pequeño oasis en medio de Escalante se vuelve ameno, sin pretensiones, amigable. La alternativa perfecta para redescubrir este barrio con la luz del sol.
Información de Franco
Es un restaurante perfecto para un café, desayuno y un almuerzo ligero.
Dirección: Barrio Escalante, del Fresh Market 100 sur, 50 oeste.
Contacto: 4082-7006.
Horario: Lunes a Sábado de 7a.m. - 7 p.m. • Domingo de 9 a.m. a 5 p.m.