Somos y venimos de un país cafetero; sin embargo, la cultura del barismo en Costa Rica dio su salto máximo hace apenas unos cinco años, y quizá hasta hace poco tiempo se nos hizo familiar escuchar términos como espresso, cappuccino y mocaccino.
Aquí encontrará una guía rápida para que, en su próxima visita a la cafetería, se aventure a pedir algo más que un café con leche.
Espresso: Cuenta con sabores intensos y una textura más concentrada. Si le gusta el café fuerte, este es el suyo. Los dioses del grano de oro no le perdonarán si lo combina con lactosa o crema para el café. No se asuste si le sirven una tacita muy pequeña; es normal. Su intensidad hace que esa sea la dosis exacta. Y recuerde: es espresso, nunca expresso.
Lungo: También conocido como espresso largo. Es más amargo que fuerte, por exponerse a una sobre extracción, lo que quiere decir que se utiliza mayor cantidad de agua para su elaboración. No lleva leche y cuenta con un contenido mayor de cafeína.
Ristretto: También conocido como espresso medio. Aquí encontrará un sabor intenso y mayor textura. No lleva leche o crema para café. Es una bebida muy sensible al error en términos de su preparación, por lo que el mínimo fallo podría generar una taza desbalanceada.
Americano: Un café americano es un espresso sencillo, solo que se completa con agua hasta llenar la taza. Su preparación va de la siguiente manera: agua caliente y luego café, nunca al revés. Cuenta con sabor e intensidad más suaves. No lleva leche y la cantidad de agua agregada varía según el gusto de cada persona.
Macchiato: Es un espresso con una pequeña cantidad de leche. De ahí se deriva su nombre en italiano, que significa ‘manchado’. La leche debe tener una consistencia espumosa. Es sumamente llamativo, ya que a la hora de servirlo queda en capas: la leche abajo, el espresso en el centro y la espuma arriba. Encontrará en él notas más intensas y texturizadas.
Cappuccino: Este lleva leche. Una correcta vaporización de la leche le dará la textura cremosa que lo identifica. Se prepara de la misma forma que un espresso y se le agrega la cantidad de leche hasta llenar la taza. No necesita azúcar, aunque esto varía dependiendo del gusto de cada persona.
Latte: Es muy parecido al cappuccino, con la diferencia de que el primero es menos espeso y cremoso. Se usa la leche menos espumada y más vaporizada; su sabor es mucho más suave.
Mocaccino: Tiene un mayor contenido de espuma, haciendo que se obtenga una bebida más intensa. La característica principal de este café es el cacao. Lleva leche y no necesita azúcar.
Fuente: Barista Crizzly Fonseca