Entre 500.000 y un millón de especies animales y vegetales se verán amenazadas de extinción, muchas en las “próximas décadas” debido a la acción del hombre, según un proyecto de informe de la ONU sobre biodiversidad obtenido en exclusiva por la agencia de noticias AFP.
Los 130 países miembros de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) se reunirán entre el 29 de abril y el 4 de mayo en París para examinar este texto fruto de tres años de trabajo científico, y que todavía puede ser modificado por los gobiernos.
La primera evaluación mundial de ecosistemas en casi 15 años se anticipa tan preocupante como las previsiones sobre el calentamiento del planeta.
Según el último proyecto de resumen obtenido por la agencia de noticias AFP y fechado de enero, “varias pruebas independientes señalan una aceleración rápida, inminente de los niveles de extinción de especies, entre decenas y centenares de veces más elevada que el promedio de los últimos 10 millones de años”.
De los 8 millones de especies estimadas en el planeta, entre estas 5,5 millones de especies de insectos, "entre medio millón y un millón de especies estarán amenazadas de extinción, muchas de ellas en las próximas décadas", según el texto, cuya formulación puede cambiar según los debates en el seno de la IPBES.
Estas proyecciones corresponden a las advertencias de muchos científicos que estiman que la Tierra entró en la sexta "extinción masiva", la primera atribuida al hombre, y que ya hizo desaparecer al menos a 680 especies de vertebrados en los últimos 500 años.
El informe está parcialmente basado en el análisis de especies muy estudiadas, sobre todo los vertebrados, y advierte de que pesan "incertidumbres" sobre otras menos conocidas, como los insectos.
Más que la naturaleza
La desaparición de esta biodiversidad no solo afectará la naturaleza. Alimentos, energía, medicamentos... los beneficios que los hombres "obtienen de la naturaleza son fundamentales para la existencia y la riqueza de la vida humana en la Tierra y la mayoría de estos no son totalmente reemplazables", según el borrador.
Por ejemplo, más de 2.000 millones de personas dependen de la madera como fuente de energía, 4.000 millones utilizan la medicina natural y el 75% de los cultivos en el mundo requieren ser polinizados por insectos.
El uso de la tierra y los océanos (agricultura, explotación forestal, minas) y la explotación directa de recursos (pesca, caza) son los primeros responsables de esta sombría situación.
Pero también lo son el cambio climático, la contaminación y las especies invasivas, cuyo impacto es "hoy en día relativamente menos importante", pero "se acelera".
El texto relaciona además la pérdida de biodiversidad con el cambio climático, en la medida en que ambos fenómenos están acentuados en parte por los mismos factores, como el modelo agrícola en un mundo cada vez más poblado.
"Debemos reconocer que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son igualmente importantes, no solo para el medioambiente sino también por cuestiones económicas y de desarrollo", indicó recientemente a la AFP el presidente de la IPBES, Robert Watson, instando a una "transformación" de la producción alimentaria y energética.
"Si queremos un planeta sostenible beneficioso para las comunidades en el mundo, debemos cambiar de trayectoria en la próxima década, como sucede igualmente con el clima", subrayó Rebecca Shaw, científica en jefe de WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza).
El informe estima por otro lado que tres cuartas partes de la superficie terrestre, 40% del entorno marino y la mitad de las fuentes de agua están "gravemente alteradas".
Y las regiones más afectadas son aquellas en las que viven pueblos autóctonos especialmente dependientes de la naturaleza y las poblaciones pobres, que ya son las más vulnerables a los impactos del cambio climático.