Si bien es cierto que la Navidad es una época de alegría, también es un momento lleno de retos para los dueños de mascotas pues las luces y decoraciones representan una gran tentación para nuestros amigos de cuatro patas.
Además de las decoraciones artificiales, los dueños deben estar al pendiente de que sus queridos perros y gatos no ingieran las plantas navideñas, no sólo para no demeritar la estética de los adornos, sino para cuidar la salud de los peluditos, pues hay un buen número de plantas usadas en Navidad cuya ingesta representa un riesgo para las mascotas.
A continuación le presentamos qué plantas navideñas son tóxicas para sus mascotas para que puedas prevenir situaciones que pongan en riesgo sus vidas.
Pastoras
Las pastoras son una de las plantas más comúnmente usadas como decoración durante la Navidad. El intenso color rojo que las caracteriza nos remonta de inmediato a la paleta de colores que se asocia con la época navideña, pues además es durante el invierno cuando abunda esta bella flor.
Sin embargo, las pastoras representan un grave riesgo para la salud de nuestras mascotas. La savia de las nochebuenas, ese líquido blancuzco que se puede ver cuando se rompe alguna de sus hojas, es extremadamente tóxica tanto para perros, gatos e incluso humanos.
Las pastoras contienen un principio activo conocido como euforbina que es el responsable directo del cuadro clínico que causa en animales de compañía.
Si sus mascotas llegaran a masticar o ingerir pastoras, sufrirían una intoxicación de forma inmediata, la cual se puede manifestar como irritación en el hocico, lengua y mucosas, así como lesiones ulcerativas.
También puede causar vómito, diarrea, salivación excesiva y náuseas, de acuerdo con el portal The Holidog Times.
Si se tiene contacto con la savia por medio de los ojos, perros y gatos pueden presentar queratitis, conjuntivitis, epífora e incluso opacidad y úlceras corneales. Si es por vía cutánea, puede haber dermatitis de contacto con ampollas leves.
Además, en algunos casos puede llegar a ser fatal, especialmente para gatos jóvenes, geriátricos o deshidratados.
Es por eso que se recomienda que los dueños de mascotas no tengan pastoras en casa o que las tengan en lugares de difícil acceso para prevenir que gatos y perros las ingieran.
Así mismo, si sale a pasear a con sus mascotas, debe estar al pendiente de que no se acerquen demasiado a este tipo de plantas navideñas, puesto que son una decoración común en espacios públicos frecuentados por animales domésticos y un descuido podría hacer que su amigo peludo requiera atención veterinaria de urgencia.
Árbol de Navidad
El gran protagonista de la Navidad puede ser también fuente de problemas de salud para gatos y perros.Los árboles que se usan comúnmente como árboles de Navidad tienen hojas en forma de agujas que, en caso de ser ingeridas, pueden perforar los intestinos de tus mascotas o bloquear su sistema digestivo.
La savia de algunos árboles de Navidad también representa un riesgo para sus mascotas pues es ligeramente tóxico y puede causar irritación en el hocico y el estómago.
Además, el pino puede causar daño hepático e incluso la muerte en gatos, según el sitio Better Homes and Gardening. Y no sólo eso, sino que el agua en donde suelen ser colocados los árboles de Navidad también es tóxica para sus mascotas dado que contiene resina, restos de fertilizantes, y sustancias retardantes de incendios.
Acebo
El acebo es otra de las plantas navideñas que adornan los hogares con motivo de las fiestas. Por desgracia, el acebo es una de las plantas más tóxicas para las mascotas.
Un artículo publicado por la Universidad de Extremadura señala que las hojas del acebo contienen ilicina y otras sustancias astringentes que tienen un efecto laxante y diurético. Además, las bayas del acebo contienen principios activos con poderosos efectos eméticos y purgantes.
La ingesta de acebo puede causar fuertes vómitos y diarreas. También puede causar salivación excesiva e irritación en el hocico, así como mareo, confusión, náuseas y convulsiones. Cuando los animales han ingerido gran cantidad de acebo, presentarán también somnolencia, postración y coma en las fases finales. La ingesta de 20 bayas de acebo por un perro de talla mediana es suficiente para provocar la muerte en pocas horas.