Tal como lo afirman insistentemente los nutricionistas y otros profesionales de la salud, el desayuno es uno de los principales, o más bien, el principal tiempo de comida, pues este nos permite llenarnos de energía para arrancar motores y que estén encendidos todo el día.
Hay una expresión muy conocida y que tiene mucha sabiduría: “debemos desayunar como reyes, almorzar como príncipes y cenar como mendigos”.
Por lo general, los ticos incluimos en el desayuno cinco productos o ingredientes básicos y a continuación una breve reseña de cada uno.
El Pan nuestro de todos los días...
Ya sea que esté elaborado con harina regular o integral, el pan sí que no puede faltar en el desayuno, el cual lo acompañamos con mantequilla, queso y por supuesto, con un delicioso café, un batido o o jugo de frutas.
Pertenece al honorable y rico grupo de los cerelaes, ya que está elaborado con harina de trigo, que se caracteriza por contener gran cantidad de hidratos de carbono, los cuales sirven de combustible para el organismo.
Comer pan nos aporta: proteínas, hierro, zinc, magnesio, potasio, niacina, vitamina B2, ácido fólico y vitamina B.
La alquimia de los lácteos
El tradicional papel de la leche y los productos lácteos, en todas sus variables, como parte fundamental de un desayuno sano y equilibrado, nos aporta una fuente del 25 % de la energía que, tanto niños como adultos y mayores, necesitamos para encarar una jornada de muchas horas.
Dentro de esta familia tenemos una gran gama de productos como la leche, ya sea sola o en un batido, el queso, la mantequilla, la natilla y el yogur solo o mezclado con algunas frutas.
Tortillas
El maíz es uno de los productos que destacan en la gastronomía, sobre todo de la cultura culinaria de Mesoamérica y lo utilizamos en muchas formas.
Entre ellas destacan las tradicionales tortillas, ya sea recién palmeadas en casa o las que venden ya empacadas en Costa Rica desde hace muchos años.
Pero también, en los últimos años ha incursionado en la mesa de los ticos la tortilla de trigo, sobre todo en los famosos wraps o rollitos, pero la de maíz sigue siendo la protagonista principal.
La tortilla de maíz, presenta tres grandes beneficios: calcio, proteína y energía. Estos factores fortalecen nuestros huesos, músculos, tendones y articulaciones.
También contiene en mayores cantidades fibra, ácido fólico y vitaminas como la A, B, C, D y E.
Uno de sus nutrientes más importantes es la niacina, que permite una mejor digestión y otorga beneficios a la piel y al sistema nervioso. Es, sin duda, un superalimento.
El Gallo Pinto
El tradicional gallo pinto, una mezcla de arroz y frijoles, es un platillo que lo podemos comer solo o acompañado con huevo, queso, tortilla, pan y hay algunos que le suman una carne.
A nivel nutricional, los frijoles son un carbohidrato de alto valor nutricional, pues no solo aporta glucosa sino que también es fuente de proteína y de fibra.
Mientras tanto, el arroz tiene glucosa, algo de proteína y poca fibra (pues no es integral). Sin embargo, la sinergia entre los aminoácidos del frijol y los del arroz genera una combinación que aporta a nuestro organismo lo que se llaman aminoácidos esenciales, que son aquellos que nuestro cuerpo requiere para funcionar bien y que los debe obtener del medio externo, pues no los puede sintetizar.
Huevos
Es una rica fuente de proteínas. Quizá, pocos alimentos son tan versátiles como los huevos a la hora de cocinarlos.
¡Nos ofrecen posibilidades originales y sanas que van más allá del desayuno tico o americano! También poseen vitaminas: riboflavina, vitamina B12, vitamina B6 y ácido fólico. Además, contienen minerales como hierro, calcio, zinc, potasio, magnesio o selenio.
Es decir, dentro de su cáscara, ya sea blanca o colorada, encontramos un tesoro lleno de salud y vitalidad.