Billy Patrick Corgan está en paz. Los tiempos convulsos en los que este ídolo del rock alternativo intercambiaba filazos desde la prensa con sus colegas y antagonizaba con cualquiera sobre los méritos de sus obras musicales, fuesen solistas o al frente de Smashing Pumpkins, parecen ser cosa del pasado. Que el mundo diga lo que quiera, que a él lo que le importa es ser feliz.
A sus 57 años, quien fue referente de la escena musical noventera es hoy, ante todo, un padre y esposo dedicado. En sus redes sociales, Billy no tiene empacho en mostrar su colorida vida familiar. Desde el 2013 está en una relación sólida con Chloe Mendel, con quien comparte la crianza de los pequeños Augustus Juppiter y Philomena Clementine Corgan. Billy es claro en señalar que fue su esposa quien le dio la estabilidad emocional que le había sido esquiva durante buena parte de su vida.
Billy Corgan ya no pelea, al menos no tanto como antes. Que lo digan sus compañeros de Smashing Pumpkins, una de las bandas más importantes del rock de finales del siglo XX. Del cuarteto original que emergió de Chicago para vender millones de copias de sus álbumes Siamese Dream y Mellon Collie and the Infinite Sadness (indispensables en los playlist de cualquier roquero medianamente entrenado), tres cuartas partes conviven hoy en aparente armonía dentro de la alineación del grupo y que le tiene de lleno en una gira que le traerá por segunda vez a Costa Rica, el próximo sábado 16 de noviembre.
Billy dice estar feliz con su actual relación con el baterista Jimmy Chamberlin y el guitarrista James Iha. Ya nadie resiente los momentos en que el líder apartó a aquellos de los Pumpkins; pero de la desterrada bajista D’arcy Wretzky no se dice nada y parece imposible que los cuatro vuelvan a estar en un escenario juntos. Pero vamos, no podemos quejarnos: tener la posibilidad de ver pronto al 75% de Smashing Pumpkins es casi un milagro.
El del 16 de noviembre será el segundo encuentro de las Calabazas con el público tico. Aquí estuvieron ya en el 2008, cuando fueron el plato fuerte de la segunda edición del siempre recordado Festival Imperial. En aquel momento solo vimos a Billy y Jimmy, acuerpados por músicos que ya no son parte de la banda, y que curiosamente se presentaron en el mismo terreno en La Guácima de Alajuela: en aquel entonces era el viejo autódromo y la tarima fue provisional; hoy es el Anfiteatro Coca-Cola de Parque Viva.
El inconfundible roquero de brillante cabeza calva atendió a La Nación vía Zoom, días atrás, en medio de las carreras propias de andar saltando de un país al otro, de concierto en concierto. Se sorprendió ante preguntas sobre páginas no necesariamente destacadas de su carrera musical, como fue su primer disco en solitario, TheFutureEmbrace (2005), y Mary Star of the Sea, el mítico disco del 2003 que grabó con Zwan, la banda de corta vida que él y Chamberlain compartieron después de la disolución momentánea de los Pumpkins. Aquellos discos por mucho tiempo fueron motivo de amargura para el cantautor, quien ante las ácidas criticas que recibieron esos trabajos, optó por desaparecerlos de plataformas digitales. Hoy solo quien tiene la música de Zwan en formato físico puede disfrutarla. Pero todo eso podría cambiar pronto, según dejó ver el buen Billy en la conversación, la cual reproducimos a continuación.
−Recuerdo su primer concierto en Costa Rica, en el Festival Imperial, y lo emocionados que estábamos de verlo a usted y a Jimmy en nuestro país. Ahora regresan y esta vez con James también. ¿Cómo ha sido trabajar juntos nuevamente, los tres?
−Nos estamos divirtiendo mucho y creo que es la mejor etapa en la que hemos tocado juntos desde mediados de los 90. Así que pienso que el hecho de que tantas personas estén viniendo a vernos tocar es una recompensa. Es un muy buen momento para la banda y creo que tiene mucho que ver con que estemos nuevamente juntos.
−Siempre ha sido un promotor de sus influencias musicales, a menudo mostrando a sus seguidores el trabajo de otros artistas a través de covers. En esta gira han incluido una versión de Zoo Station, de U2, en su repertorio. Creo que es una elección muy acertada ya que fue la primera pieza que escuchamos del Achtung Baby. ¿Por qué decidió incluirla en su setlist?
−Siempre estoy buscando canciones para que las toquemos, y siempre me ha encantado esa canción. Vi la gira ‘Zoo TV’ dos veces, en 1992, creo. Así que es una de esas canciones que considero genial, pero que quizás no todo el mundo conoce. Cuando hicimos la versión de Landslide, de Fleetwood Mac, en 1993 o 1994, la gente no conocía realmente la canción, y luego se convirtió en un gran éxito. Después de eso ha sido versionada muchas veces. Me gusta encontrar canciones que tal vez son grandiosas, pero no necesariamente conocidas por todos.
−Tengo algunas preguntas más sobre la música que lo inspira. Recuerdo lo valioso que fue para mí en los 90 cuando nos presentó a New Order, una banda de la que no sabía mucho en ese entonces. Tan pronto como descubrí que el cantante de Smashing Pumpkins era fan, y andaba de gira con ellos como guitarrista, tuve que investigar más. Cuando menciona su admiración, por ejemplo, por The Cure o Black Sabbath, ¿es consciente del rol que juega como un mentor musical para sus seguidores?
−No siento realmente ninguna responsabilidad en ese sentido. Es solo compartir mi entusiasmo y amor por la música que me gusta.
−Hablemos de TheFutureEmbrace, un álbum que en lo personal valoro mucho. En ese disco incluyó una versión ToLoveSomebody, de los Bee Gees, que grabó con Robert Smith (The Cure). ¿Hay alguna posibilidad de que este disco esté disponible digitalmente en algún momento?
−Bueno, simplemente pensé: “Si la gente cree que son tan malos, entonces nadie necesita escucharlos más.”Y, por supuesto, en el momento en que los retiré, la gente comenzó a decir: “¿Por qué quitaste esos discos? Me gustaba ese álbum pero no me sentía cómodo con parte de esa música y el contexto en el que fue creada. Esos discos salieron en un momento muy difícil para mí, personalmente, y particularmente en Estados Unidos, los medios fueron muy, muy negativos hacia mí, así que no importaba lo que hiciera—todo era terrible o estaba loco—. Y, por supuesto, la gente ahora mira atrás, después de 20 años, y ve que hacía muy buena música en ese periodo.
−Sí, lo hacía.
−Gracias. Así que fue muy dañino para mi salud mental. Sabes, haces buena música y todo el mundo dice que es terrible, entonces piensas: “No importa lo que hagas”. Así que todavía es un periodo de mi vida que estoy intentando recomponer, pero eventualmente, creo que sucederá. Se supone que mi próximo proyecto es hacer una caja recopilatoria. Ese es mi siguiente paso.
Hemos publicado mucho material inédito de Smashing Pumpkins, así que eventualmente la caja recopilatoria saldrá también. Y sí, es un gran disco. También estaba en Zwan en ese periodo, trabajando con Jimmy Chamberlin. Así que hay mucha música de esa época que no siempre se entiende.
−Desde que reformó a los Pumpkins, en el 2006, han lanzado siete álbumes con la banda—más de los que hicieron en la primera etapa—. Está claro que los estándares de éxito son muy diferentes ahora en comparación con los 90, pero parece que usted aún cree en el concepto de un álbum, a pesar de que muchos artistas ahora se enfocan solo en sencillos. ¿Por qué sigue apostando por los discos?
−Sí, aún creo en ello. Cuando haces un álbum encuentras algo que no creías que ibas a encontrar. No sabías que ibas a entrar en ello, y tal vez la música con la que comienzas, para cuando llegas al final del proyecto, ya te has aburrido de ella. Creo que para nosotros, como banda, este proceso más largo siempre ha dado como resultado nuestra mejor música. La canción que está funcionando bastante bien en Estados Unidos ahora, del disco Aghori Mhori Mei, es el sencillo Empires. Llegó muy tarde en el proceso del álbum, ¿sabes? Así que, no sé, lo mismo pasó con 1979, llegó muy tarde en el proceso. Es algo acerca de hacer mucho trabajo que considero positivo.
−Ahora que menciona el nuevo álbum, debo admitir que el título fue difícil para mí de pronunciar. ¿Aghori Mhori Mei, es correcto?
−Sí, Aghori Mhori Mei.
−¿Podría explicar el título? He leído muchas interpretaciones que la gente ha hecho al respecto.
−Prefiero no hacerlo. No he hablado del tema.
−Parece que usted está en una de las etapas más felices de su vida. En redes sociales lo vemos en su papel de esposo, padre, hombre de familia, disfrutando jugar con sus hijos. Vemos a un Billy Corgan que parece estar en paz. ¿Se siente así?
−Le doy mucho crédito a mi esposa y a mi familia por darme la estabilidad que nunca tuve antes en mi vida. Conocí a mi esposa cuando tenía 45 años, así que ya había vivido mucho antes de eso—una infancia difícil, los primeros días de la banda que fueron muy locos, y luego, como estábamos hablando, a principios de los 2000, siendo tratado muy, pero muy mal por tanta gente debido a mis problemas en público. Entonces, cuando las personas te tratan mal, ¿qué poder tienes? No tienes poder. Ya no son los días de MTV. Mi esposa me ha ayudado a construir una vida que nunca tuve antes. Y ahora todo parece tener un equilibrio. La perspectiva es algo maravilloso, pero no puede serlo todo. Por muchos años, la música era lo único que tenía.
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−Cambiando de tema, hablemos de su otro trabajo: la lucha libre profesional.
−Claro.
−Parece ser otra parte de su vida que lo emociona mucho.
−Justo antes de que me llamara, estaba trabajando en NWA Wrestling, porque escribo todos los combates y las historias de la compañía. La empresa tiene 76 años y la he dirigido por siete años. La hemos recuperado desde abajo hasta llegar a un lugar muy respetable, y cada año se vuelve más grande y más grande. Así que son tiempos muy emocionantes. Y, por supuesto, si le gusta la lucha libre profesional, entenderá que este es un juego muy complicado, que involucra derechos televisivos, personas con mucho dinero y, por supuesto, gran talento. Hay muchas estrellas alrededor del mundo. Podría hablar una hora sobre la lucha libre, pero esa es la idea general.
El concierto de Smashing Pumpkins en Costa Rica
Smashing Pumpkins se presentará el sábado 16 de noviembre en el Anfiteatro Coca-Cola, de Parque Viva, como parte de su gira The World is a Vampire.
Si bien ya casi todas las entradas están agotadas, aún puede encontrar tiquetes para el área Golden Circle, a un precio de ¢90.000, en el sitio Eticket.cr.
Horas antes de que Billy Corgan y compañía salgan a escena, a las 8 p. m., habrá mucha música en vivo, con la actuación de los teloneros nacionales Las Robertas, The Saint Cecilia, Kurt Dyer y Priscila Díaz.