El Zar es un grupo cuya relevancia sigue en efervescencia dentro de la propuesta argentina de pop-rock. Con la época de la pandemia como punto clave para su ascenso, el año pasado inclusive se atrevieron a tocar en el estadio Obras, en su país, albergando hasta 5.000 almas.
Mientras que la banda multiplica el interés de grandes escenarios y festivales de Iberoamérica, su primera visita a Costa Rica dejó ver que en nuestro país también gozan de gracia y cariño.
En Casa Rojas, barrio Escalante, el proyecto liderado por Facundo Castaño (voz) y Pablo Giménez (guitarra) hizo un repaso de material de sus cuatro álbumes en estudio y otros sencillos aislados, en un repertorio celebrado por sonoros coros de la audiencia.
Quizá es la cercanía que encuentra la gente en sus letras, lo que les motiva tanto a corear con ellos. “Fuimos cómplices alguna vez / antes te escapabas conmigo / y ahora no me conocés”, dicen en el tema Bandido. Este cuenta con uno de tantos coros pegajosos que cualquier persona podría querer cantar desde el corazón.
Las líricas en torno a las parejas –posibles, imposibles, funcionales o caóticas– son recurrentes y reiterativas. De hecho, a ratos el enfoque se siente monotemático. No por ello es un problema, pues justamente es ahí donde parece estar la clave de identificación de la audiencia.
Hubo respuestas eufóricas en canciones como ¿Qué pasa?, Tres días y Tarde o temprano, un tema con un groove disco contagioso.
En general, sus piezas tienen cadencias bailables, lo que contribuye a mantener la energía en alto. A la mitad del show hubo un espacio de temas más tranquilos-baladosos, entre ellos Película y una inserción de La rueda mágica de Fito Páez, en una muestra de tributo a otro gran argentino.
El grupo local Desierto Rojo, invitado para la velada, había ofrecido antes del concierto un repertorio que calzaba con la beta más relajada de los sudamericanos. Los temas reflexivos, con la voz profunda de su vocalista, resultaron buena antesala para el show de la noche.
El Zar tocó por casi hora y media, en una muestra de carisma, de espectáculo ordenado, de un sonido bien ensamblado en formato de cuarteto y reforzado por secuencias. Con el nivel de su propuesta, no sería de extrañar que en el futuro el grupo escale a otras esferas y entonces el público que asistió a este concierto pueda decir con orgullo e incredulidad: “Yo los vi la primera vez en la que vinieron”.
El concierto
Artista: El Zar
Artista Invitado: Desierto Rojo
Lugar: Casa Rojas
Fecha: 17 de agosto
Producción: Arrecife