La historia musical de Marc Anthony con Costa Rica ya supera las dos décadas y, aun así, cada vez que el boricua viene a cantar al país, las emociones de los ticos vibran como si fuera la primera vez. ¡Que siga cantando aquí todo lo que quiera, que en suelo tico siempre se bailará a su ritmo!
El artista se presentó la noche de este miércoles 4 de diciembre en el Estadio Nacional. Previo a su show, lo que dominó fue el poderío regional mexicano de Christian Nodal, pero apenas el salsero saltó a escena, fue la pasión latina la que calentó el ambiente. Simplemente, nadie se quedó sentado y al son de Pa’llá voy, todos los presentes se soltaron a mover las caderas.
Con sus inseparables lentes de sol, un saco, una camisa de color negro y un pantalón de mezclilla, Marc Anthony se dedicó a dar cátedra de salsa, a hacer gala del ‘vocerón’ que tiene y a encantar a miles con ese inconfundible sex appeal que lo caracteriza.
El Flaco, galán eterno, conquistó los corazones con juegos vocales, con sus pasos de salsa y con una energía envidiable, como si nunca antes hubiera cantado aquí. Se entregó, como es su costumbre. Condujo a la banda y con sus propias manos se convirtió en el director de orquesta de las miles de voces que lo corearon en el recinto deportivo. Con éxitos como Y hubo alguien y Valió la pena, simplemente enamoró a todos.
Como bien dice esta canción “y a ese alguien le entregué mi cariño, mi cuerpo, mi alma, mi mente y mi ser”, eso fue exactamente lo que los ticos hicieron en el concierto; y ¿cómo no hacerlo?, si a Marc solo así se le puede responder tanta pasión que deja en la tarima.
LEA MÁS: Christian Nodal abrazó los corazones rotos de Costa Rica
Si hay una palabra que pueda explicar a la perfección el concierto del salsero en nuestro país es pasión; esa que se sintió en el solo de una guitarra eléctrica en el intenso bolero Hasta ayer y la que vibró en la pareja que, mejilla con mejilla, bailó este éxito. Pasión por los cuatro costados, pasión de inicio a fin. Pasión, intensa pasión.
Marc Anthony y Costa Rica, un amor recíproco
Marc Anthony y Costa Rica, esa vieja historia de amor recíproco, quedó más que confirmada durante la fría velada en La Sabana. El calor del salsero embarga a sus fans, con piezas tan románticas como Flor pálida demuestra dulzura, y su público le agradece con gritos, aplausos y, por supuesto, mucho baile.
Desde sus primeros conciertos en el país, ha sido como el novio eterno de los ticos, ese que en cada encuentro da flores con su voz, chocolates con sus palmas y cartas de amor perfumadas con su estilo; Marc Anthony no ha dejado de conquistarnos con su coquetería y finos detalles de galantería musical y el resultado es una relación de dos décadas que pinta a ser para siempre.
Aquí seguiremos esperando la calidad de su show, que se vale de su voz y sus músicos para ser de alta calidad, que se aprovecha de las letras imponentes de sus canciones y que hace gozar a punta de despecho y romanticismo a cada corazón que se junta para verlo en tarima.
El show en el Estadio Nacional, cargado de bombas musicales desde el inicio, no dejó que el público descansara ni un momento sus gargantas y sus piernas. Qué precio tiene el cielo, Te conozco bien y Parecen viernes, fueron parte de la última parte del espectáculo que, curiosamente, se sintió muy corto, ya que el boricua salió a escena a las 8:35 p. m. y a eso de las 9:40 p. m. ya se había despedido de su público.
Sin embargo, la preocupación de no cantar más con el salsero, se vio disipada cuando regresó a la tarima para interpretar Tu amor me hace bien, una pieza que todo el estadio coreó con fuerza mientras las luces de los teléfonos celulares iluminaban las graderías y la gramilla del lugar. Sin embargo, fue con Vivir mi vida que la escena se volvió una locura total.
En resumen, en la noche de este frío miércoles 4 de diciembre, Marc Anthony reafirmó su título del rey de la salsa en Costa Rica. Dejó claro que su amorío con sus fans ticos seguirá vigente mientras él siga dejándolo todo en el escenario, tal como lo hizo esta noche.