![](https://www.nacion.com/resizer/v2/PL5Q7EAGKNCEDKY7ND4ZW6KRDU.jpg?smart=true&auth=94afd7934ed5a86a1c87210301b44767b0bd98410ec784bac3d7ba93927e9c12&width=640&height=480)
El Ministerio de Justicia trasladó ayer a 136 reclusas de la cárcel El Buen Pastor, a las nuevas instalaciones de la cárcel de San Rafael, ubicadas en el complejo penitenciario La Reforma.
El traslado de las presidiarias se produjo a raíz de los frecuentes deslaves ocasionados por las corrientes del río Cañas colindante con el Buen Pastor, en San Rafael Arriba de Desamparados.
Las mujeres fueron transportadas en tres buses custodiados por 150 personas, entre policías penitenciarios, cruzrojistas y personal de Grupo de Apoyo Operacional de la Fuerza Pública.
Jorge Rodríguez, director de Adaptación Social, indicó que las 136 reclusas ocupaban varios módulos de la cárcel de mujeres, pero fueron trasladadas a San Rafael de Alajuela para que dejaran espacios libres, que ocuparían otras 40 detenidas evacuadas el jueves de un módulo de El Buen Pastor, afectado por un deslizamiento.
El Ministerio de Justicia planea resolver los problemas generados por los deslaves en El Buen Pastor con una inversión de ¢2.000 millones destinada a demoler el edificio viejo en la zona de riesgo, la construcción de nuevos espacios para las privadas de libertad y dormitorios para policías, así como oficinas administrativas.
Según el Ministerio de Justicia Justicia, tales trabajos estarán listos en octubre próximo.
La Defensoría de los Habitantes había señalado desde octubre del 2010 que, previo a cualquier construcción en la cárcel de mujeres, debía transferirse a las detenidas a otro sitio.
Ofelia Taitelbaum, defensora de los habitantes, manifestó: “Si se hubiera realizado un proceso planificado de reubicación , no se estarían realizando acciones de reubicación que pueden ser desordenadas”.