En los últimos diez días, tres niños han muerto y ocho más terminaron heridos en distintos accidentes que incluyen una caída desde un bus en movimiento, una quemadura con una olla hirviendo y un balazo no intencional, entre otros.
Carlos Jiménez, director interino del Hospital Nacional de Niños (HNN), atribuye los acontecimientos a la negligencia por parte de los padres o adultos a cargo del cuido de los menores.
“Negligencia es estar al cuidado de un menor y no poder prevenir que este vaya a estar en una situación de peligro, como abrir la palanca de una puerta de emergencia, como tropezar con una olla de agua caliente donde van a pelar un cerdo, como caer en una olla donde se están haciendo tamales. Si eso no es negligencia, yo no sé cómo llamarlo entonces”, expresó el médico.
El especialista de la salud es categórico al referirse a la atención que deben prestar los mayores a los pequeños.
“Lo que nos indica esto es el tremendo descuido que tienen los padres y adultos que están a cargo de estos menores. No pueden ocurrir este tipo de lesiones en el hogar, o fuera de este, si no media la negligencia de parte de los adultos. Los niños no pueden ser descuidados ni un minuto”, insistió.
Según el médico, muchas pueden ser las causas de un descuido que acabe en desgracia.
“Yo creo que puede haber muchos elementos distractores. No solamente el (uso del) celular, sino otros dispositivos electrónicos, y cualquier tipo de drogas. Cualquier droga podría inhibir la capacidad de vigilia de los adultos”.
“No sé si están viendo televisión, viendo toros, viendo carnavales, viendo topes, distraídos en un montón de cosas que no les permiten ponerle atención a sus hijos”, insistió el director interino del HNN.
Tragedia cubrió tres provincias
Una de los fallecidos es un menor de cinco años quien, este jueves 26 de diciembre, se salió por la puerta de emergencia de un autobús en movimiento, en la ruta 36, entre Limón y Sixaola.
Según contó Jiménez, el niño, quien viajaba en el asiento ubicado junto a la salida de emergencia del automotor, accionó la palanca y abrió la puerta.
La víctima viajaba con su abuela y otro menor al momento del accidente.
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Otro de los menores fallecidos fue un niño de 2 años, quien murió ahogado al caer en una piscina, en Cartago.
El suceso se presentó a la 1:30 p. m. del miércoles 25 de diciembre, en Condominios Albacete, carretera a Quebradilla, cantón de El Guarco.
El menor pertenecía a una familia de comerciantes de Cartago, la cual, el día 24 de diciembre, entregó más de 5.000 regalos de Navidad a pequeños de la comunidad de Los Diques.
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La tercera víctima fue un niño de 3 años quien murió luego de caer en una olla con agua caliente que tenía lista su familia para hacer tamales.
Los hechos se registraron el domingo 22 de diciembre por la noche, en Miramar de Montes de Oro, Puntarenas.
El menor fue trasladado al Hospital Monseñor Sanabria con quemaduras en más del 90% de su cuerpo. Su delicada condición hizo imposible trasladarlo al Hospital Nacional de Niños.
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Atropellados, quemados y un baleado
Otros dos menores, de 9 y 10 años, resultaron heridos en un atropello este jueves 26 de diciembre, en San Vito de Coto Brus, Puntarenas.
Ambos fueron trasladados al Hospital Nacional de Niños. El mayor fue sometido a una cirugía y se encuentra en cuidados intensivos, mientras que el menor, quien solo presenta escoriaciones en el cuero cabelludo, está estable.
Asimismo, en los últimos días, ese mismo centro de salud atendió a cuatro niños quemados, provenientes de Nicoya, San Carlos, Limón y Pérez Zeledón.
Según Jiménez, el más delicado de ellos es el menor de Nicoya, quien presenta quemaduras en el 50% de su cuerpo; los otros tres están en condición estable.
Se trata de pequeños entre los dos y los cuatro años.
En otro incidente, el pasado domingo 22 de diciembre, resultó herido un menor de 12 años, luego de que el carro en el que viajaba con su padre chocó contra un tráiler.
El hecho se presentó en Quebrada Granado, en el cantón de Garabito, en Puntarenas. En el suceso, resultó fallecido el padre del menor.
"Aquí (al HNN) vino en una condición bastante grave. Está estable, se podría decir que fuera de peligro, con unas fracturas en sus extremidades, pero para la clase de impacto que fue, yo diría que, prácticamente, no tiene nada”, aseguró el doctor Jiménez.
Además, un niño recibió un balazo en el cuello mientras manipulaba una pistola. Este “se recupera lentamente”.
El hecho se reportó el miércoles 18 de diciembre en San José de Alajuela, en la casa de los abuelos del menor.
Según el reporte de las autoridades, al parecer, varios niños manipulaban el arma de fuego, cuando se disparó e impactó al pequeño.
Por este incidente, la Fiscalía Adjunta de Alajuela investiga al tío del menor, un hombre de apellidos Rodríguez Palacios quien, aparentemente, habría dejado la pistola al alcance de los niños.
Asimismo, una niña de 7 años está desaparecida desde el miércoles 18 de diciembre, cuando fue arrastrada por una cabeza de agua en el río Pacuare.
Se trata de una menor oriunda de la comunidad indígena Nimari, en Chirripó de Turrialba.
Luego de cuatro días sin aparecer, los rescatistas suspendieron la búsqueda el pasado lunes 23 de diciembre.
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Época de más accidentes
Según el director interino del Hospital de Niños, las emergencias con niños se incrementan en diciembre. Entre estas destacan accidentes de tránsito, quemaduras, atragantamientos y heridos por caídas u otro tipo de fracturas.
Según comentó el médico, en el 2018, este centro de salud atendió 86 víctimas de accidentes. A este viernes 27 de diciembre de 2019, la cifra va por 70.
En cuanto a quemados, antes de empezar diciembre de este año, se reportaban 285 niños; la proyección es que sean alrededor de 310 al finalizar el año.
En el 2018, el hospital brindó a tención a 306 pequeños víctimas de quemaduras.
"¿En cuánto vamos a cerrar este año? Yo creo que serán más de los 310 (niños), que era lo que esperábamos, con el promedio de 25 niños quemados por mes, que es lo que manejamos.
“Probablemente, cerremos en 315 o 320. Son cifras muy variables que podemos manipular, siempre y cuando tengamos adultos responsables en los hogares que hagan que esto sea menor, en lugar de que ayuden a que vaya creciendo, como ha sido hasta el momento”, concluyó Jiménez.