Matheo Lobo, el niño de 6 años que estaba desaparecido desde la tarde del jueves tras sufrir un accidente automovilístico en el que falleció su madre, fue encontrado con vida la mañana de este viernes. El menor pasó la noche solo en la montaña, luego de que el vehículo que conducía su mamá cayera por un precipicio en Santa Lucía de Río Nuevo, en Pérez Zeledón, por razones aún desconocidas.
Su paradero fue descubierto a las 6:36 a. m. gracias a una búsqueda con drones y cámaras térmicas y los esfuerzos de bomberos, cruzrojistas y vecinos de la zona, que no claudicaron durante toda la noche. Las imágenes con cámaras térmicas evidenciaron que un felino rondó la zona en la que pernoctó el niño; empero, las autoridades no han precisado la posible especie.
Matheo estaba a unos dos kilómetros del lugar del accidente, cerca de una catarata y acostado en posición fetal, rodeado de bosque y cafetales, donde es posible que también haya serpientes. Cuando el bombero Eliécer Villanueva lo llamó por su nombre, el chiquito se mostró alerta y le contó que su mamá había tenido un accidente.
Según los socorristas, el pequeño presentaba golpes de consideración, pero se encontraba en condición estable e incluso pudo hablar con su papá, Greivin Lobo, de 37 años, quien estuvo visiblemente afectado hasta que pudo reencontrarse con él.
Luego de un largo abrazo, Matheo se sentó en los regazos de su papá y los socorristas le midieron el pulso, la temperatura y el corazoncito. Un paramédico con suma empatía, le iba explicando al niño todo lo que le estaba haciendo, mientras ell pequeño le aseguraba que no le dolía cuando le pusieron la prensa en el dedo que mide la oxigenación. “Sos carguísima”, le respondió el rescatista de Bomberos.
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Después de ser valorado en el sitio, el menor fue trasladado al Hospital Escalante Pradilla, para una evaluación más exhaustiva.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) sí confirmó que la mamá falleció en el lugar del accidente. Fue identificada como Yendry Vanessa Castro García, de 34 años. Además de Matheo, tenía otro hijo adolescente de 17 años. Aunque era oriunda de Puntarenas, la mujer vivía en Pérez Zeledón, donde se desempeñaba como educadora de preescolar desde el 2021.
Se presume, según menciona Carmen Picado Navarro, de TV Sur de Pérez Zeledón, que el accidente ocurrió mientras se desplazaba de un centro educativo a otro, pues ella trabajaba en la mañana en una escuela en Santa Eduviges de Páramo y en la tarde en otra en Santa Lucía de Río Nuevo, ambos distritos de Pérez Zeledón. La distancia entre ambas comunidades es de diez kilómetros, a través de un camino terciario, sinuoso, de lastre y con empinadas laderas y precipicios. Al momento del siniestro, llovía copiosamente.
Ella le daba lecciones a su hijo Matheo en Santa Eduviges, en una comunidad rural a 26 kilómetros de San Isidro de El General, cabecera del cantón.
Enrique Fallas, supervisor del Ministerio de Educación Pública en la zona, dijo que Yendry asumió las lecciones en Santa Lucía como un recargo, desde el 2022. La recordó como una mujer cordial, dinámica, entregada, con quien compartió apenas el martes anterior, cuando estuvieron planificando actividades para noviembre próximo. Ella siempre al servicio de sus niños. (...) Yendry era una excelente persona, la vamos a recordar por todo ese legado en el circuito”, dijo en declaraciones a TV Sur.
Mario Francisco Lobo, el abuelo de Matheo, expresó su profundo agradecimiento a la Cruz Roja y a todas las personas que participaron en la búsqueda.
“Uno como abuelo sabía, mi corazón me decía que él estaba vivo. Yo siempre lo supe, porque el corazón no traiciona”, declaró emocionado. “Es un sufrimiento tremendo, y claro, por la pérdida de su madre, pero Dios todas las cosas las hace perfectas”, añadió.
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Bombero indígena ubicó al menor
El Cuerpo de Bomberos destacó la labor de Eliécer Villanueva, un bombero de la unidad operativa de rescate en montañas, quien fue el primero en localizar al menor. Eliécer, miembro de la comunidad indígena de la zona sur del país, utilizó su vasto conocimiento en montañas y topografía, lo que permitió encontrar al niño con mayor rapidez.
“Es un orgullo contar con Eliécer, con su experiencia y esos valores de abnegación, honor y disciplina en la institución”, expresó el Cuerpo de Bomberos a través de su departamento de prensa.
“Para mí es algo muy bueno, porque lo encontramos a él con vida y esa es la misión de nosotros: salvar la vida de alguien. Y en ese momento era el niño que estaba jugándose la vida en la montaña. Tengo sobrinas, tengo sobrinos pequeños igual que él y para mí es muy impactante, son muy vulnerables, saber que se los podía comer el tigre, o una terciopelo”, relató Eliécer.
Bomberos destacó que, en la búsqueda del menor, que duró 14 horas, no solo participaron los equipos de emergencia, sino también los lugareños, quienes desempeñaron un papel crucial en la efectividad de la operación.
La Cruz Roja también divulgó mensajes emotivos tras el hallazgo. “El amor nos une para ayudar a quienes más lo necesitan. Gracias a las personas de la comunidad, gracias a las organizaciones locales, gracias al Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica. Nuestro país tiene un Sistema de Emergencias en el que todos sumamos, sin hacer distinción. ¡Juntos siempre seremos más fuertes! ¡Juntos movilizamos el poder de la humanidad!”
Colaboraron en esta información Fátima Jiménez y Yiren Altamirano