El piloto y el copiloto de una avioneta fallecieron, la mañana de este martes, luego de que la aeronave se precipitara y explotara cerca de la pista de Carate, en Puerto Jiménez, en el Pacífico sur.
Marco Castillo, director de Aviación Civil, confirmó a La Nación que el aeroplano accidentado es un bimotor Piper Seneca III, matrícula TI-API, con capacidad para cinco pasajeros más los dos tripulantes.
Las víctimas fueron identificadas como Carlos Noguera, capitán de 53 años, e Ismael Alvarado Garita, copiloto de 23 años, quien se graduó apenas a inicios de este año.
Paramédicos de la Cruz Roja hallaron fuego activo en el lugar y restos humanos calcinados. Por ahora, no está clara la dinámica del accidente, pues se menciona que la aeronave habría tenido problemas en el despegue.
Según el registro de vuelos Fligth Aware, Noguera y Alvarado salieron del aeropuerto internacional Tobías Bolaños, en Pavas, a las 9:21 a. m. con rumbo al Juan Santamaría, en Alajuela.
Treinta minutos después se dirigieron hacia Carate a dejar a dos pasajeros; en el retorno fue cuando tuvieron el accidente. Posterior a esto el Servicio de Vigilancia Aérea recibió información de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) de la avioneta accidentada.
Luis Miranda, subdirector de la DGAC dijo que el protocolo de asistencia del centro de asistencia de vuelo confirmó que no tenía “un plan de vuelo cerrado”, es decir no llegó a su destino, por lo que se contactaron con la compañía de vuelo para seguir el protocolo.
Según Miranda, se envió una aeronave para divisar desde el aire rastros de la avioneta, sin embargo, eso no fue posible determinar dónde fue el accidente, pues no se activó una alarma de emergencia (ELT por sus siglas en inglés).
Por su parte, Marco Castillo director de la DGAC dijo a La Nación al final de la tarde que “el equipo de investigación de accidentes de la Dirección General de Aviación Civil se trasladaba al lugar para recabar todas las pruebas y todas las pruebas para iniciar con la investigación”.
De acuerdo con declaraciones dadas por familiares de Alvarado al medio regional Colosal Informa, ellos creen que Ismael pensaba ir a visitarlos a La Cuesta de Corredores, en Puntarenas, donde viven.
Alvarado estudió en la Escuela Costarricense de Aviación donde se graduó como piloto hace 18 semanas. El día de su graduación, la Escuela publicó:
“Un día muy esperado por parte de nuestro estudiante Ismael Alvarado quien hoy finalizó satisfactoriamente la totalidad de la carrera como piloto, a su lado lo acompaña sus Instructores Capt. Josué Solano y el Capt. Ricardo Salazar quienes formaron parte de su formación total profesional. ¡Le deseamos los mejores éxitos en esta nueva fase que pronto comenzará como piloto en CostaRica Green Airways & Carmon Air Charter! ¡Felices vuelos Ismael y muchos éxitos!
La aeronave accidentada Piper Seneca III es un avión bimotor producido por la compañía estadounidense Piper Aircraft desde 1971. Es de uso frecuente en vuelos charter.
Se llamó a la empresa Carmonair Charter pero la recepcionista dijo que no había personas disponibles para referirse al accidente y que por el momento no van a dar información.
De acuerdo con el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) Alvarado era vecino de San Pedro de Montes de Oca, era soltero y tampoco tenía hijos.
Por su parte, Noguera era vecino de San Josecito de San Rafael de Heredia, estaba soltero y no tenía hijos.
Papá sobrevivió a accidente aéreo
Carlos Noguera es hijo del piloto Eduardo Noguera, quien el 25 de marzo de 1994 sobrevivió a un accidente aéreo junto a Yanori Madrigal, en el Paso de la Palma.
Aquel día, Eduardo Noguera pilotaba un Piper Azteca (TI-AFT) de Taxi Aéreo Centroamericano (TACSA), realizando un vuelo rutinario hacia Golfito con turistas americanos. Sin embargo, el regreso desde Barra del Colorado se complicó debido a condiciones climáticas adversas.
“Recuerdo que el día se puso gris,” narró Eduardo Noguera a los medios de comunicación. “El estado del tiempo era malo y el viento meneaba la aeronave. Cuando se me apagó el segundo motor sentí temor, pero sabía que debía mantener la calma para salvarnos”.
Ante la inminente colisión con un sector agreste del Paso de la Palma, Noguera decidió posarse sobre los árboles, una maniobra que, aunque arriesgada, permitió que tanto él como su pasajera sobrevivieran.
Tras el aterrizaje forzoso, ambos sobrevivientes quedaron atrapados en la jungla. “Nos quedamos inmóviles como diez minutos, los dos estábamos bien,” relató el piloto.