Un autobús con 60 personas y una motocicleta cayeron a un precipicio de 75 metros de profundidad en Cambronero, en la ruta 1, la tarde de este sábado. El suceso se produjo en el sector conocido como Los Chorros, en el tramo que comunica San Ramón con Esparza. Hasta el momento, la Cruz Roja confirma nueve fallecidos y la CCSS registró 55 heridos.
Los pacientes fueron trasladados a los hospitales Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez (Puntarenas), Carlos Luis Valverde Vega (San Ramón) y al de Grecia, así como al área de salud de Chacarita.
Al parecer, los vehículos fueron empujados al guindo por un derrumbe de tierra y árboles que cayó desde un paredón sobre la vía; los carros. El bus procedía de San José en dirección a Bolsón de Santa Cruz, Guanacaste.
El Cuerpo de Bomberos y la Cruz Roja trasladaron 32 unidades de emergencias al sitio de la tragedia.
Tanto la ruta por Cambronero, como la ruta 32 por el Zurquí, se encuentran cerradas, confirmó el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) a La Nación.
Segun declaró a Telenoticias de Canal 7, Maximiliano Martínez, supuesto allegado del conductor del bus, la unidad salió a las 2 p. m. con rumbo a la comunidad de Bolsón de Santa Cruz. El hombre detalló que, al parecer, el chofer estaba prensado.
Antes de este accidente, el paso por Cambronero estuvo cerrado por un derrumbe que cayó la noche del jueves a 600 metros de la entrada a Río Jesús María y el paso se reanudó a la 1:30 p. m. del viernes de forma regulada, mientras maquinaria del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) trabajaba en la limpieza la vía.
Este sábado, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) declaró alerta naranja por la intensidad de las lluvias de esta semana, las cuales también provocaron inundaciones en Aserrí y Desamparados.
Lanamme advirtió ‘alta peligrosidad’ en Cambronero
Desde marzo de 2021, un informe del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (LanammeUCR) advirtió de que tres puntos de la ruta por Cambronero presentaban alto riesgo de hundimiento o derrumbe, en los sectores de Alto Santiago, El Empalme y Río Jesús.
Los riesgos llevan años e incluso décadas en espera de una solución definitiva.
Los tres puntos se ubican en un tramo de ocho kilómetros en la vía que comunica San Ramón con Esparza.
En el primer sitio, el de Alto de Santiago, el Lanamme encontró movimiento de las laderas a los márgenes de la ruta 1, así como en la calzada. Principalmente, se observaron grietas en el terreno y desniveles de hasta 60 centímetros generados por el movimiento que ocurre en sentido norte-sur. En el sitio, también se observaron problemas en los sistemas de drenaje de aguas superficiales que podrían estar aumentando la vulnerabilidad a deslizarse
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Según específica el informe, los problemas en este punto han sido documentados en medios de comunicación desde el 2005 y son atribuidos a fallas geológicas detectadas desde el 1967, durante la construcción de la carretera.
Los daños se han relacionado desde entonces con la estación lluviosa y las precipitaciones extraordinarias ocasionadas por tormentas tropicales. Las últimas afectaciones se registraron precisamente en noviembre del año pasado, durante los huracanes Eta y Iota.
En el segundo punto, en El Empalme, nunca han sido atendidos efectivamente los problemas de inestabilidad que generan grietas en el terreno y desniveles de más de 2,5 metros.
Además, el informe señaló “total ausencia” de elementos de seguridad vial y de contención entre carriles y en la margen de la vía, lo que pone en alto riesgo a los usuarios.
En cuanto al tercer punto, en Río Jesús, en el kilómetros 66, el colapso de una ladera había disminuido la calzada a 4,37 metros de ancho.
No hay elementos estabilización en la ladera, por lo que podía darse un colapso ante el paso permanente de vehículos pesados o por eventos climáticos. A ello se sumaba el hallazgo de alcantarillas obstruidas.
Cuando La Nación consultó al Consejo Nacional de Vialidad por la atención de esta ruta, el entonces director, Mario Rodríguez, respondió que la falta de recursos ha condenado a las principales rutas nacionales a la vulnerabilidad que queda en evidencia durante cada invierno, pues las limitantes de presupuesto obligan a que apenas se logren completar obras necesarias para abrir las rutas, sin que se puedan ejecutar intervenciones estructurales.
El pasado 5 de setiembre, el Conavi informó de que se adjudicó los diseños y la construcción de las obras para resolver esos problemas. Las obras fueron encargadas al consorcio Also D’ Geo por un monto de ¢668 millones.
El proyecto incluye estudios de geometría, detalles de pantallas de anclaje, obras complementarias para el manejo de las aguas superficiales, además de los drenajes subterráneos, micropilotes de hasta seis metros de longitud, relleno de restitución de la zona socavada, tuberías, así como estabilización de taludes y seguridad vial, entre otros.
La estimación es que los trabajos se completen en un plazo de 430 días, incluyendo las fases de diseño y construcción.
Colaboró el corresponsal Francisco Barrantes