EscucharLa Cruz Roja Costarricense continuará este miércoles 2 de noviembre la búsqueda del niño de ocho años que fue arrastrado por un cocodrilo el pasado domingo en el río Matina, a su paso por Cuatro Millas de Limón, mientras se bañaba con su madre y sus hermanos. Las pocas pistas disponibles diluyen las posibilidades de encontrar el cuerpo del menor.
“Una hipótesis es que el animal se llevara al niño a la madriguera o cueva y hay madrigueras y cuevas pero no sabemos cuál de todas es, hemos tratado de abarcar y visualizar algunas, hemos implementado un gancho con una tira para ver si jala algo, pero sin resultado alguno”, dijo Tatiana Díaz, directora regional de Cruz Roja Limón.
“Como no sabemos cuál cueva es, ni cuál cocodrilo porque son varios, es muy complicado enfocarse en un solo punto, sabemos que hay cocodrilos y madrigueras pero no tenemos una noción o un patrón donde trabajar fijamente”, mencionó Díaz.
Díaz explicó que la falta de pistas y evidencias determinará si los rescatistas permanecen en la zona o dan por terminadas las labores. Pues hasta el momento no encuentran un patrón de trabajo, o un indicio que les permita seguir un rastreo de dónde deben buscar.
“Nosotros estamos trabajando bajo posibilidades de lo que la gente nos dice y han visto, pero no sabemos exactamente dónde puede estar, todo son hipótesis pero nadie puede ratificar la información; lo que hacemos es humanamente dar acompañamiento a la familia y colaborar con un dron y una lancha”, añadió.
Entre las mayores dificultades que enfrentan los socorristas y el personal de la comunidad que se unió al rescate, es el color del río que se torna oscuro porque tiene correntada y solo en las mañanas se observa nítido, así como el riesgo humano de sufrir un accidente similar, por lo que las acciones seguras son utilizar rastreadores aéreos y lanchas sin sumersión de personas.
También, existe la posibilidad de que el cuerpo del niño no esté en una madriguera, lo que complica las labores de rescate para los cuerpos de socorro.
Este martes 1.° de noviembre los socorristas seguían sobrevolando con un dron en el punto donde se le vio por última vez al pequeño, con la diferencia de que se decidió abrir el perímetro de búsqueda para obtener mayores resultados.
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Tragedia
Julio Otero, papá del menor atacado, contó a La Nación que su esposa le dijo que ella junto a sus cinco hijos, estaban junto al cauce en una parte seca y sorpresivamente, sin que antes lo vieran, el animal se lanzó contra el pequeño, y aunque ella intentó liberarlo, no pudo en medio del ataque.
“Lo más duro para mi esposa fue ver al cocodrilo flotar con el cuerpo de mi hijo”, declaró don Julio Otero a este medio la noche del lunes, al contar que su esposa se encuentra muy afectada por lo vivido y la pérdida del chiquito.
Julio era alumno de tercer grado en Matina y, según su padre, soñaba con ser “un gran ingeniero o un gran médico”. Agregó que al momento del ataque, el niño se encontraba en un punto donde el agua le llegaba debajo de sus rodillas.
