Las tres mujeres que fallecieron este domingo en una catarata del río Toro, en Venecia de San Carlos, se encontraban en una zona de acceso restringido en el momento en que el ICE realizaba labores programadas de desagüe en las plantas hidroeléctricas Toro II y Toro III.
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Un video del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) captó ayer a un grupo de unos 20 excursionistas, entre los que figuraban las víctimas, mientras ingresaban a pie al área de la planta Toro II, a pesar de las indicaciones y advertencias de que el paso está prohibido.
Precisamente ese día, la entidad tenía previsto continuar con un cronograma de desembalse en dos plantas, que había comenzado el sábado 2 de noviembre y que se extendería hasta este martes 5.
Dichas labores pudieron ser la causa de la corriente de agua que sorprendió a los turistas en la catarata. Sin embargo, todavía no hay una confirmación oficial.
El informe técnico del ICE confirma que las plantas Toro II y Toro III no estaban ayer disponibles para la generación de energía, debido al desembalse anual de sus unidades.
Durante los días anteriores, el Instituto informó a la población en general sobre la maniobras de mantenimiento programadas que se realizan en el Complejo Hidroeléctrico Toro y las precauciones respectivas en las zonas de influencia.
Según un comunicado de esa entidad, el paso alrededor del perímetro del complejo se encuentra totalmente prohibido. Añade que en estos sitios la rotulación también advierte sobre los riesgos que existen debido a los cambios en el cauce del río.
Víctimas muy jóvenes
Las tres mujeres que fallecieron ahogadas en el río Toro, en Marsella de Venecia, San Carlos, ya fueron identificadas por las autoridades.
Se trata de Ione Aurora Meléndez Fernández, vecina de Moravia, y Ya Ting Amanda Wu Chung, vecina de San Pedro de Montes de Oca, ambas de 22 años; y Paula Guiselle Rodríguez Campos, de 27, vecina de Guayabos de Curridabat.
El accidente fue reportado al sistema 9-1-1 a eso de las 9:25 a. m. del domingo cuando un hombre salió hasta la caseta del ICE, donde pidió ayuda.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que el grupo de excursionistas no iba con algún operador turístico, sino con un hombre que ya fue identificado, pero no se encuentra detenido. Ahora será la Fiscalía la que defina las responsabilidades que se le pueden atribuir.
En la Fiscalía informaron de que están a la espera del informe completo del OIJ, para determinar las acciones por seguir.
El grupo llegó a la entrada del proyecto Toro 2, que no es pública, y de ahí tomó hacia el puente del río Toro y bajó a las orillas del cauce. Luego, los excursionistas caminaron por la orilla hasta llegar a la catarata y fue ahí donde una corriente de agua los sorprendió.
Miembros de la Cruz Roja y Bomberos, con la ayuda de baquianos y oficiales de la Fuerza Pública, lograron recuperar los cuerpos de las fallecidas a eso de las 4:30 p. m. del domingo. Las labores tardaron más de dos horas.
Los cuerpos estaban unos dos kilómetros río abajo desde el punto en el que fueron arrastradas.
Pese a lo difícil del terreno, los rescatistas se dieron a la tarea de llevar los restos a un sitio seguro, para que fueran levantados por agentes del OIJ. Luego, avanzada la noche del domingo, fueron trasladados a la morgue de Ciudad Quesada, donde familiares de las víctimas se presentaron este lunes.
Las otras 17 personas que entraron a la zona de la catarata lograron salir a salvo.
Amigas desde el kínder
Freddy Méléndez, padre de Ione Aurora Meléndez Fernández, retiró la tarde de este lunes el cuerpo de su hija de la Medicatura Forense en San Carlos, mientras su esposa fue al OIJ a recoger algunas pertenencias que se lograron recuperar.
Vía telefónica, manifestó que su hija y Amanda Wu, eran amigas desde el kínder.
Ellas planearon el paseo desde inicios de la semana pasada. Ione, incluso, quería que él las acompañara, lo mismo que su esposa, pero por compromisos familiares la muchacha viajó solo con Amanda.
Sobre la otra fallecida, indicó que no era conocida.
“El jueves Ione me llamó corriendo para que le pasara a hacer el depósito para agarrar el campo, porque si no se vendían los cupos. Yo pasé, pagué y le mandé el comprobante por WhatsApp, en el documento aparece un nombre de una persona, con una cédula jurídica”, dijo.
Afirmó que ella vio la publicación sobre ese viaje en redes sociales, donde decía que valía ¢25.000 con todo incluido, por lo que hizo planes y se fueron.
“Cuando eran las ocho de la noche y no sabíamos absolutamente nada, llamamos a los teléfonos que teníamos y no había respuesta de nada. Luego vimos la noticia y entonces el rumbo cambió”, relató el padre.
De acuerdo con Meléndez, su hija estudiaba Diseño Digital en la Universidad Creativa, de la que estaba a punto de graduarse. Ella daba clases de gimnasia y desde hace casi un mes también trabajaba medio tiempo en una agencia de publicidad en Zapote.
También se entrenaba en danza danesa en Moravia y tenía planes para ir a Dinamarca, ya que el Gobierno de ese país auspicia la academia en la que ella entrenaba. Por esa razón, narró el pariente, la joven estaba ahorrando para hacer su primer viaje en avión.
Para este viernes tenía planeado un show de danza danesa, como parte de una noche navideña organizada en el trabajo de don Freddy. “No llegamos”, dijo, apesadumbrado.
Ahora, él, su esposa y otra hija, de 20 años, se preparan para las honras fúnebres sin que de momento haya podido entender lo ocurrido el domingo.
“He oído de que habían rótulos de prohibición, pero no se nada más”, expresó.