Seis hombres murieron la noche del domingo en Guanacaste por la caída de una avioneta narco y la posterior persecución de los sospechosos del trasiego de drogas.
La alerta surgió a las 10:48 p. m., cuando una llamada al Sistema de Emergencias 9-1-1 informó de que una aeronave se había precipitado a tierra.
Operación narco con sangriento final
FUENTE: MSP y OIJ. || w. s. / LA NACIÓN.
Oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) en la base de Coyote, en Nandayure, que también habían escuchado el vuelo de la aeronave, comenzaron a rastrear el punto donde se precipitó, cerca de la pista de aterrizaje Palo de Arco, en la Y Griega de Nandayure, Guanacaste.
Las autoridades manejan la hipótesis de que la avioneta llegó a cargar droga y por sobrepeso no pudo ganar la altura necesaria, se estrelló contra las copas de unos árboles, cayó y se incendió.
Cuando unidades de la Cruz Roja, Bomberos y Fuerza Pública llegaron al sitio, en una finca de la empresa Panamerican Woods, encontraron la nave envuelta en llamas.
Luego de que apagaron el fuego, los socorristas descubrieron los cuerpos de dos personas, cuyas identidades no fue posible establecer por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Pista privada
El ministro de Seguridad, Michael Soto, explicó que la pista de donde habría despegado la avioneta está formalmente inscrita.
Afirmó que no se puede relacionar a la empresa con este hecho, pues muchas veces las organizaciones del narcotráfico usan pistas de firmas privadas para el trasiego de droga, sin conocimiento de los propietarios.
“Es una empresa conocida en la zona que pareciera no tiene ningún vínculo, ni tampoco tenemos reportes de que haya sido utilizada para esos fines en el pasado. Ha habido pistas cercanas que inclusive se han inhabilitado, pero esta en particular no la tenemos vinculada con ninguna circunstancia”, sostuvo.
Una de las presunciones es que la nave estaba cargada con droga, pero no tuvo suficiente potencia para tomar altura y cayó a tierra. Se trataba de un monomotor, con capacidad para trasegar entre 350 y 400 kilos de peso.
Cuando la avioneta se estrella y alza fuego, los paquetes que lleva quedan incinerados y su contenido sufre una reacción química y se convierte en una especie de melaza.
“Lo que los compañeros visualizan en el lugar es lo que podrían ser pedazos de cinta con esa melaza acomodados en el interior de la avioneta”, afirmó el jerarca de Seguridad.
Se investiga otra hipótesis en el sentido de que la avioneta llegó al país cargada de droga y que los ocupantes, al ver la cercanía de la Policía, intentaron despegar sin éxito.
Persecución y balazos
Paralelamente a la caída de la avioneta, una patrulla de los Guardacostas que se dirigía al sitio del accidente aéreo se topó en su recorrido con un vehículo que circulaba a muy alta velocidad, cerca del punto donde se desplomó la aeronave.
De inmediato, le dieron la orden de alto, pero los ocupantes del auto siguieron. Incluso hubo un intercambio de balazos, según detallaron altos jerarcas policiales.
Luego de unos cuatro kilómetros de persecución, el carro en fuga se volcó cerca del poblado de Juan de León, en Lepanto de Puntarenas.
Se trata de un Toyota Fortuner, color gris, que al llegar a una curva se salió de la carretera y volcó. En el sitio perdieron la vida cuatro de los ocupantes.
El OIJ solo identificó a dos de los fallecidos como Luis Gerardo González Chacón, de 33 años, oriundo de Nicoya y vecino de Lepanto, así como a Sebastián Aristides Mojarret Solís, de 50 años, también costarricense.
“Las cuatro personas que estaban dentro del vehículo, según la información preliminar, presentan impactos de bala y adicionalmente dentro del automotor se localizó un revólver calibre 22” dijo Wálter Espinoza, director del OIJ.
En ese carro, al parecer, iban seis personas ya que dos de ellas habrían escapado a pie entre potreros y al parecer con armas de fuego.
El vehículo volcado aparece inscrito a nombre de un sujeto de apellido Alfaro, vecino de Pérez Zeledón, pero se desconoce si era uno de los ocupantes.
Riesgosos vuelos
En lo que va de este año, ya son siete las avionetas del narco que son detectadas en nuestro territorio, dijo el ministro Michael Soto.
El caso más reciente fue descubierto el sábado en Finca 20 de Osa, zona sur de Puntarenas, cuando una aeronave se estrelló y al momento en que llegaron las autoridades, cuatro individuos fueron detenidos porque trataban de enterrarla.
El ministro Soto dijo que todavía no se puede establecer alguna relación entre los dos casos, pero es parte de lo que se investiga.
Otras aeronaves relacionadas al narco encontradas este año cayeron en Cariari de Pococí y en los cantones guanacastecos de Cañas y Bagaces.
Como ahora la Policía cuenta con más radares, las aeronaves muchas veces vuelan a solo 40 metros de altura para no ser detectadas, razón por la cual los vecinos de las zonas por donde pasan captan el sonido a poca altura y alertan al sistema de emergencias 9-1-1.
Al volar bajo, los pilotos también se arriesgan a chocar con torres, edificios o árboles.