Empresa de avioneta accidentada confía en que sobreviviente ayude a aclarar causas de tragedia

Edgar Ureña, gerente de ventas de la compañía, señaló que debido a que en el percance murieron tanto el piloto Mario Miranda Ramírez como la copiloto Ruth Pamela Mora Chavarría no será posible contar con un informe oficial sobre lo ocurrido.

Por ello, señaló que cuando Paola Amador Segura pueda compartir su testimonio con las autoridades eso le brindará mayor certeza a la investigación. La guía turística, de 31 años, fue internada este martes en el Hospital San Juan de Dios, luego de haber sido rescatada del sitio del percance.

Ureña indicó que este martes presentaron a la Dirección General de Aviación Civil la documentación requerida por protocolo, como información sobre trayectoria, horas de vuelo, número de personas a bordo, cantidad de combustible, datos del último mantenimiento, horas de operación y otros detalles.

Por el momento, la empresa no emitirá comentarios sobre las posibles causas del accidente, al considerar que sería una especulación y una falta de respeto hacia las víctimas.

Además de los tripulantes, en el siniestro fallecieron los pasajeros Gabriela López-Calleja Montealegre, de 64 años; Jean Franco Segura Prendas (28), y Enrique Arturo Castillo Incera, de 56 años. Los dos primeros eran compañeros de la sobreviviente en la agencia de viajes Horizontes Nature Tours.

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Desvíos de vuelos son frecuentes

Edgar Ureña, gerente de Aero Caribe Air Charter, subrayó que la compañía no emitirá comentarios al respecto, para dejar que el Departamento de Incidentes y Accidentes de Aviación Civil sea el que, dentro de unos meses, emita un informe más cercano a la verdad.

La avioneta Cessna 206 TI-GER había partido el pasado desde Barra del Tortuguero, en Limón, con destino al aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas; sin embargo, dicha terminal aérea se encontraba cerrada debido a la poca visibilidad.

La aeronave se desvió entonces hacia Alajuela, entró en el espacio aéreo del aeropuerto Juan Santamaría y a eso de las 12:30 p. m. se perdió contacto con la torre de control. Al momento de la emergencia, la zona estaba muy nublada.

Al respecto, el representante de Aero Caribe Air Charter comentó que, debido al tipo de clima que hay en el país, es común que los aeropuertos desvíen aviones hacia otras terminales.

Indicó que en ocasiones los vuelos son dirigidos al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría y, si este también presenta condiciones adversas, se habilitan aterrizajes en Quepos, Liberia o Tambor, que se encuentran a distancias relativamente cortas.

Edgar Ureña sostuvo que estos son procedimientos normales que los controladores aéreos aplican siguiendo los protocolos establecidos.

El gerente mencionó que entre la tarde y la noche del lunes se desplazó a la zona del accidente junto con varios compañeros de la empresa. Aunque no llegaron al punto exacto del impacto, estuvieron a unos 120 metros de la aeronave.

“Ahí pude observar que es una zona muy densa. A eso de las 3 p. m. había mucha neblina y luego comenzó a llover fuerte”, explicó.

Sobre el Transmisor de Localización de Emergencia (ELT), indicó que no se activó porque este dispositivo solo funciona con un impacto que alcance entre 4 y 7 fuerzas G. Lo anterior sugiere que, en este caso, el impacto fue menor. De hecho, indicó que la cola de la avioneta, donde se ubica el ELT, estaba prácticamente intacta.

En relación con los seguros, Ureña manifestó que, como aerolínea comercial, cumplen con todas las pólizas exigidas por la ley.

Agregó que ocurrió el accidente, la empresa ha centrado sus esfuerzos en brindar apoyo a las familias de las víctimas y que planean seguir acompañándolas durante los procesos de duelo, tanto por los compañeros fallecidos como por los pasajeros.

“Es un tema de humanismo y hemos estado todo el día con los familiares, ofreciéndoles ayuda y apoyo en este duro momento”, expresó.