Los vecinos de Venecia de Carrandí, en Matina de Limón, arriesgan su vida todos los días cuando, por la ausencia de puentes peatonales, intentan cruzar los cuatro carriles de la ruta 32 que atraviesan la comunidad, transitados por vehículos que aprovechan la recta de varios kilómetros para pasar a altas velocidades.
Ese tramo es parte de los 107 kilómetros de ampliación, entre Río Frío y el centro de Limón, a cargo de la firma china CHEC, obra que empezó hace seis años y apenas avanzó un 8% en el 2023, según informes de avance publicados por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y su director ejecutivo, Mauricio Batalla, quien ratificó el porcentaje final.
La última víctima mortal en este sector de la carretera fue Griselda Martínez Sánchez, de 46 años, quien la tarde del 30 de diciembre fue atropellada cuando volvía de su trabajo, como cocinera, por un pick-up Ram.
En ese punto, el supermercado está de un lado de la vía, pero las casas están del otro lado. A menos de 20 metros del sitio del accidente hay un puente peatonal, pero el mismo carece de barandas, por lo que aún no está en uso.
Martínez fue una de las seis personas fallecidas en accidentes en la localidad de Carrandí durante el 2023. Además, según datos la Delegación de Tránsito de Limón, que cubre desde Matina hasta Talamanca, el año anterior murieron 33 personas en accidentes en esa región, de los cuales 16 perecieron en la ruta 32.
Por esto, los lugareños demandan que las autoridades tomen medidas para no tener que exponerse a la muerte solo por ir al supermercado. En especial, Roberto Galeano Marín, esposo de Martínez.
“Yo le llamaría aquí la recta de la muerte. Hemos perdido demasiadas personas, el sábado (30 de diciembre) me tocó a mí. En esa recta, camiones, vehículos y motos pasan a altísima velocidad, creo que no es lo permitido, aunque sea autopista, se exceden, y por eso hoy en día perdimos a una gran persona”, contó Galeano a La Nación.
El hombre aseguró que el conductor arrastró el cuerpo de su esposa por el muro, a lo largo de varios metros.
“Ella no merecía irse de la forma en que se fue, porque me la desbarató totalmente. Es duro también entender la parte del chofer, que ni siquiera la esquivó, como para haberla sepultado de la forma que se merecía. No pudimos ni verla, y eso nos tiene muy dolidos, porque el que cometió la imprudencia ni siquiera nos ha dado la cara”, lamentó.
“Tuvimos que ir a limpiar, porque se veía tan horrorosa la pared del muro. Yo solo pido que este señor dé la cara. Yo no pienso mandarlo a la cárcel, y que siga la familia de él también sufriendo, nada más queremos que nos diga el porqué no trató ni siquiera de esquivarla”, agregó.
Galeano pidió a las autoridades mayor presencia de oficiales de Tránsito en la recta de casi 3 kilómetros que atraviesa Venecia, la cual también es cruzada constantemente por sus hijos. Aseveró que abrir los cuatro carriles, sin antes habilitar los puentes peatonales, fue una imprudencia.
“Me la juego, no hay de otra, ¿por dónde voy a pasar?”, manifestó con resignación la vecina Kimberly Espinoza, quien aseguró que solo con la colocación de la baranda se han tardado seis meses, y retomaron la misma hasta después de que ocurrió el fatal accidente del 30 de diciembre.
Choferes alcanzan hasta 153 km/h
La ampliación de la ruta 32, y la falta de medidas de seguridad durante las obras, ha generado este tipo de problemas a lo largo de los 107 kilómetros de trayecto por las comunidades limonenses, explicó Francisco Méndez, el director regional de Tránsito en la Zona Atlántica.
Además de la falta de puentes peatonales, Méndez aseveró que falta demarcación y señalización en los cruces. También hay retornos improvisados, donde particulares con una bandera y un casco arriesgan su vida para intentar regular el tráfico.
El oficial indicó que sí son necesarios más policías de Tránsito en la zona, pero la capacidad de la fuerza policial es muy limitada, pues la Delegación de Limón solo tiene ocho oficiales para cubrir tres turnos en carretera, desde Guácimo hasta Talamanca, incluyendo todo el cantón central de Limón.
“Lamentablemente la falta de personal policial es una realidad, no solo en Limón sino a nivel nacional, la falta de fiscalización propicia que la gente irrespete el límite de velocidad y la demarmación vial. La cobertura que podemos dar es sumamente limitada”, señaló Méndez.
Cuando sí están presentes, evidencian los graves peligros que enfrentan los pueblos atravesados por la ruta 32.
“El domingo 31 de diciembre hicimos un control de velocidad allí (en Venecia) y se sorprendió un sujeto a 153 km/h, que hubo que presentarlo a la Fiscalía porque ya eso es conducción temeraria”, aseguró.
Por su parte, el alcalde de Matina, Wálter Céspedes, afirmó a La Nación que el Conavi aún no ha comunicado cuándo estarán listos los puentes peatonales.
“El Conavi está muy atrasado con todo, solo hablan de que no tienen plata, solo eso saben decir, son como la lora. Está muy lerdo todo”, afirmó Céspedes.
La Nación solicitó criterio al Conavi por medio de su oficina de prensa, sin embargo, la institución aún está en vacaciones de fin de año.