El paso de las horas crece sin resultados satisfactorios en la búsqueda de la nutricionista Marialis Blanco Vega, de 39 años, quien ya supera tres días extraviada en el Parque Nacional Chirripó.
Los cuerpos de socorro reforzaron este viernes el operativo con un helicóptero y dos canes, para cubrir más espacio en el menor tiempo posible.
Entre los logros estuvo el hecho de que a las 9:49 a. m. una patrulla de la Cruz Roja Costarricense y de la Asociación de Turismo ENA, localizó un bastón usado para montañismo.
Las características corresponden con el usado por Marialis, según la descripción de familiares y fotografías de referencia.
La Cruz Roja focalizó la búsqueda en el área del hallazgo, zona que se había considerado como prioritaria por los expertos desde el primer día.
Además, Jim Batres, director nacional de Gestión del Riesgo de la Cruz Roja, confirmó que después se encontraron una cantimplora y un guante, al parecer de la montañista extraviada.
Esperanza sigue viva en el Chirripó
Bastón alentó labor de socorristas
FUENTE: REDACCIÓN LN || / LA NACIÓN.
Esos hallazgos brindan una esperanza pues, sin descuidar las otras áreas, la búsqueda se centra en las cercanías de esos sitios.
Afirmó que los perros también marcaron rastro y dieron señales positivas en el área de principal atención. A esos canes se unirá este sábado otro más, del Ministerio de Seguridad.
A partir de las 5:30 a. m. se retomará la búsqueda. El helicóptero privado podría ayudar de nuevo con recorridos por algunas áreas que falta descartar.
Las condiciones del clima después del mediodía se tornan más difíciles y hacen más lenta la búsqueda, explicó Batres.
“Como aspecto a favor tenemos un patrón más cerrado de la búsqueda, de la que esperamos resultado positivo”, expresó el jefe de socorrismo.
Al final de la tarde las patrullas fueron concluyendo su jornada, sin dar con el paradero de Marialis, quien a las 3 p. m. llegó a 72 horas de desaparecida.
En la búsqueda han participado miembros de Cruz Roja, Bomberos, personal del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) así como Bomberos, arrieros y algunos familiares y voluntarios que colaboran.
Conozco esa angustia...
La historia de la desaparición de Marialis revive recuerdos tristes para la familia de Nelson Alvarado, el joven estudiante de Agronomía y voluntario de la Universidad de Costa Rica, que se perdió en el Chirripó el 6 de enero del 2011.
Él nunca fue localizado.
“Cada vez que escucho una noticia así, es inevitable que el dolor regrese, aunque ya pasaron 10 años”, declaró a La Nación este viernes Kattia Alvarado Montoya, hermana de Nelson.
“Conozco la angustia y desesperación de su familia, en especial la de su madre, porque todavía veo a la mía llorar por mi hermano”, dijo Kattia.
Afirmó que se une a la familia en el ruego a Dios, para que sea él quien tome ese dolor y les dé mucha paz en este momento. “A su mamita le digo: ‘ponla en las manos del Señor’, él la hará volver a casa. El hace que lo imposible suceda si tenemos fe”, acotó.
Kattia, vecina de San Antonio de Escazú, de 42 años, dice que ella no se explica si la niebla o la lluvia pueden llevar a que alguien se desoriente en aquellas alturas.
“Para mí ese lugar guarda un gran misterio inexplicable... ya ves, se tragó a mi hermano...” puntualizó Kattia, quien reiteró que espera, de corazón, que Marialis aparezca pronto.
En aquel momento, uno de los socorristas que participó en la búsqueda de Nelson fue Gilberth Dondi, considerado una de las personas con más experiencia en este tipo de rastreos.
En aquella ocasión Dondi dijo que a veces un paisaje, un ave o un lago tientan a los amantes de la naturaleza. “La sensación de explorar algo nuevo produce un tipo de magnetismo que lleva a la persona a un estado de túnel, que la dirige a un objeto o paisaje, por lo que se desorienta y rompe las normas de seguridad”, afirmó.
Esta semana, al igual que hace 10 años, Dondi lidera una de las patrullas que busca a Marialis, pues es un amplio conocedor de la zona.
Segunda cima
La nutricionista ingresó al Parque Nacional el martes 4 de mayo y luego de llegar al centro de refugio en la base Crestones, salió con su tío político y un primo hacia el cerro Ventisqueros.
Para el día siguiente se tenía planeado el ascenso al Chirripó, que se vio truncado ante lo ocurrido.
Como su nombre lo indica, el cerro Ventisqueros se caracteriza por fuertes ráfagas que soplan tanto en la cima como en el camino hacia ella. Se trata del segundo cerro más alto del país (3812 m.s.n.m.) y al igual que el Chirripó, ofrece un espectáculo imponente a los turistas.
Chirripó es una palabra Cabécar que significa tierra de las aguas eternas. Llegar a esa cima implica devorar unos 17 kilómetros entre montañas, algunas veces empinadas y escabrosas.
Según Carlos Herrera, coordinador operativo de la Cruz Roja, se han optimizado los recursos de búsqueda, para cubrir el máximo espacio en el menor tiempo posible.
Destacó el aporte de los drones y perros para descartar algunas áreas de difícil acceso.
Dijo que comprende la situación que vive la familia y por eso las diversas instituciones han unido esfuerzos con el fin de encontrar a la mujer cuanto antes.
“Tenemos personas de mucha experiencia en bosque y eso hace que no nos brinquemos ningún paso, ningún proceso, para llevar a buen fin el tema de la búsqueda”, agregó Herrera.