La desaparición de la nutricionista Marialis Blanco Vega, en el cerro Chirripó, revive recuerdos tristes para la familia de Nelson Alvarado, el joven estudiante de Agronomía y voluntario de la Universidad de Costa Rica, que se perdió en ese mismo parque nacional el 6 de enero del 2011.
Él nunca fue localizado.
“Cada vez que escucho una noticia así, es inevitable que el dolor regrese, aunque ya pasaron 10 años”, declaró a La Nación este viernes Kattia Alvarado Montoya, hermana de Nelson.
“Conozco la angustia y desesperación de su familia, en especial la de su madre, porque todavía veo a la mía llorar por mi hermano”, dijo Kattia.
Cerca de 40 baquianos, porteadores, policías, cruzrojistas, montañistas y socorristas rastrearon unos 14 puntos del Chirripó desde el 7 de enero del 2011, en busca de indicios, sin obtener ningún resultado positivo.
Incluso, esta fue la primera vez que la Cruz Roja ingresó a una laguna a gran altura con temperaturas cercanas a los 2° C. 10 días después, la búsqueda se suspendió definitivamente.
Ese dolor aún permanece entre los allegados de Nelson.
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Por eso su hermana Kattia afirma que se une a la familia de Marialis en el ruego a Dios, para que sea él quien tome ese dolor y les dé mucha paz en este momento. “A su mamita le digo: ‘ponla en las manos del Señor’, él la hará volver a casa. Él hace que lo imposible suceda si tenemos fe”, acotó.
Kattia, vecina de San Antonio de Escazú, de 42 años, dice que ella no se explica si la niebla o la lluvia pueden llevar a que alguien se desoriente en aquellas alturas.
“Para mí ese lugar guarda un gran misterio inexplicable... ya ves, se tragó a mi hermano...” puntualizó Kattia, quien reiteró que espera, de corazón, que Marialis aparezca pronto.
En aquel momento, uno de los socorristas que participó en la búsqueda de Nelson fue Gilberth Dondi, considerado una de las personas con más experiencia en este tipo de rastreos.
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En aquella ocasión Dondi dijo que a veces un paisaje, un ave o un lago tientan a los amantes de la naturaleza. “La sensación de explorar algo nuevo produce un tipo de magnetismo que lleva a la persona a un estado de túnel, que la dirige a un objeto o paisaje, por lo que se desorienta y rompe las normas de seguridad”, afirmó.
Esta semana, al igual que hace 10 años, Dondi lidera una de las patrullas que busca a Marialis, pues es un amplio conocedor de la zona.