Un joven de 22 años, vecino de Caballo Blanco de Cartago, se convirtió en la segunda víctima mortal de la explosión en una fábrica ilegal de pólvora que funcionaba en una vivienda en la urbanización Villas del Sol, en Pitahaya de Aguacaliente, Cartago. Se trata de Antony Jesús Matamoros Molina, según confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
En el estallido, ocurrido el pasado martes 28 de diciembre a las 3:29 p.m., había perdido la vida José Alberto Segura Hernández, de 55 años, propietario del inmueble. Asimismo, resultaron con quemaduras otros dos hombres de 30 y 36 años que todavía permanecen hospitalizados.
La causa exacta de la explosión todavía no se ha determinado; sin embargo, en un informe del Cuerpo de Bomberos emitido el pasado viernes 31 de diciembre se confirmó que en la vivienda afectada se halló gran cantidad de material para la fabricación clandestina de pólvora y más de 200 cuartos de dinamita ya listos para su uso, así como las denominadas bombas de turno o morteros.
De acuerdo a los investigadores, en la escena se hallaron restos de colillas de cigarros y máquinas para corte y soldadura en condiciones irregulares. La explosión generó una onda expansiva de 75 metros a la redonda, lo cual provocó daños en cinco viviendas aledañas.
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Viviana Segura Flores, hija de José Alberto Segura, después del accidente manifestó que cuando sucedió el estallido, su papá, un tío, un primo y un amigo estaban al fondo de la vivienda, mientras que ella, su hija de diez meses y su madre, estaban en la cocina. Los que estaban en el sitio del estallido fueron los que sufrieron las consecuencias más graves, en tanto, las dos mujeres sufrieron golpes y escoriaciones.
Segura admitió que a su padre le gustaba mucho la pólvora pero omitió referirse a la cantidad de pólvora que había guardada en la vivienda. “Era muy poco lo que había adentro (de pólvora). Era algo para nosotros, para el 31 (diciembre). Mi papá le regalaba a familiares, pero no era una cantidad grande. No sé cómo ocurrió, si fue algo de corriente o algo de los mismos fuegos artificiales, porque eran fuegos artificiales. Siempre nos organizamos con familiares y les regalamos. A todos nos gustaba eso y mi papá se dedicaba a darle a cada uno”, añadió en aquel momento.
Entre tanto Bill Solís, director de Armamento del Ministerio de Seguridad Pública sobre el hecho dijo: ”Lo que ocurrió en Cartago es improcedente, demuestra un absoluto desconocimiento de seguridad y de la peligrosidad de esta pólvora. Fue una total falta de cuidado y de responsabilidad”. Asimismo, agregó que este tipo de incidentes muestran también que las personas suelen confiarse y que no se toman con seriedad un asunto que es de vida o muerte. Para empezar, aclaró que ninguna casa es un sitio apropiado para manipular o guardar pólvora. “Es una sustancia que, si se maneja en condiciones no adecuadas, tiene una altísima probabilidad de reacción”, dijo.
Aunque las autoridades pidieron a la población evitar el uso de pólvora durante el fin de año. el pasado 1.° de enero a las 00:05 a. m. un menor de 13 años resultó con quemaduras en el tórax y abdomen por el estallido de pólvora. El suceso ocurrió en la comunidad de Costa de Pájaros, en Manzanillo de Puntarenas. La situación obligó a la Cruz Roja a trasladarlo de urgencia al Hospital Monseñor Sanabria.