“Él era un sol, era simpático y divertido”. Con esas palabras, Sandra Quesada describió a Kevin Morales, de 13 años y quien es una de las siete víctimas mortales de un accidente ocurrido la noche de este miércoles en Caballo Blanco de Cartago.
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Según dijo, ella lo conoció hace dos años cuando Karol Delgado, madre de Kevin y quien también perdió la vida en el choque, le pidió que fuera la tutora. Así, lo acompañó desde quinto grado hasta sétimo año, grado que cursaba actualmente en el Colegio Técnico Profesional Dulce Nombre, en Cartago.
Precisó que los deseos de superación de Kevin eran tales que, siempre que tenía una duda, le escribía a su teléfono para que lo ayudara a entender lo que fuera.
Dijo que esa relación de maestra y alumno le permitió conocerlo mejor y encariñarse. Puntualizó, de hecho, que la confianza era tal que Kevin le contaba sus preocupaciones en busca de un consejo. “Él era chiquitito (...) parecía que aún estaba en la escuela y eso lo ponía a pensar. Pero yo le decía que tranquilo, que ahorita se pegaba un estirón y listo”.
Esa cercanía hizo que el adolescente decidiera darle un llavero del Sagrado Corazón de Jesús como regalo en la Navidad anterior. “Él me lo dio para que lo pusiera en el cuarto de estudio y ahí lo tengo”, aseguró, al tiempo en el que mencionó que ahora será uno de los presentes mejor cuidados que tendrá.
Pero más allá de su relación directa con Kevin, la maestra mencionó que también tuvo la oportunidad de conocer a su familia, a quien describió como “muy unida y por eso pienso que lo más bonito es que se fueran juntos”.